Descripción de la Exposición
A medida que lo obtuso y endogámico prolifera en la sociedad y por tanto, en muchas esferas del arte, nos azota una creciente sensación de ausencia de vivencias compartidas en directo, no mediadas por pantallas, sino enfrentadas en un espacio natural común. Esta creciente falta de experiencias vivenciales quizás afecta aún más a la torpeza con la que siempre nos hemos enfrentado a la muerte y a la enfermedad, escondidas y desprovistas de un espacio de reflexión y representación normalizado. El proyecto artístico Conversar la memoria de Raquel Planas, hace posible ambas cosas, un espacio tangible común donde comparte un trabajo, desde la práctica artística, de convivencia con la enfermedad degenerativa de la memoria de su abuela.
Un largo y coherente proceso de construcción y posicionamiento de la mirada de Planas, iniciado en 2009, que logra un equilibrio difícil de conseguir en este tipo de planteamientos. Un proyecto que indaga en lo autorreferencial y en la constatación de la identidad como un proceso de transformación, al igual que la enfermedad degenerativa del Alzheimer que conlleva un irremediable deterioro progresivo del lenguaje y de la memoria.
Planas hace uso de algunas estrategias narrativas visuales donde ella se incorpora al relato no solo como autora sino también como receptora de la memoria de su abuela. En el vídeo que lleva por título Casimira logra fundir pasado y presente en un intento de congelar nuevos recuerdos, nuevas reacciones que conservar. Un relato que se convierte en universal al utilizar, como audio de una parte del video, un fragmento del guion de la película Amour de Michel Haneke que explica una rutina diaria de aseo a un enfermo. Los gestos de cuidado y de higiene, la última forma de comunicación mediante el contacto con la piel, se hacen palpables en algunas de sus obras. Planas lleva al límite sus preguntas, es su forma de buscar los posibles lugares donde se diluye la memoria, para quizás darse cuenta, que ella y sus familiares son los receptores de esa memoria, que cada uno procesa a su manera, como se articula en la obra titulada Memoria.
Un acto de conversar que la artista desea iniciar con quien no puede comunicarse, una conversación sin palabras que es capaz de generar y conservar nuevos recuerdos. Una conversación, traducida a través de este proyecto, que consigue unir reacciones y emociones de todos los que han vivido de cerca este proceso degenerativo, y las de todos los espectadores que se enfrentan a él con su propio bagaje.
Como decía una cita de Ricoeur: “acordarse es tener un recuerdo o ir en su búsqueda”; en esto Planas parece haber encontrado el equilibrio para lograr un archivo de la memoria, con una delicadeza absoluta, en un engranaje de obras que destilan la cercanía de lo personal y la distancia prudente después de la tormenta. Distancia y cercanía, una lucha de tensiones que Planas resuelve con fluidez y concreción formal en sus obras, una dicotomía también presente en su proceso de elaboración de este proyecto.
Conversar la memoria construye un diálogo entre el pasado y el presente, lo particular y lo universal, la cercanía y la distancia, la memoria y el olvido y un sinfín de opuestos y contradicciones a los que Raquel Planas logra dar una coherencia inusitada en un relato vivencial con un fuerte peso autorreferencial y poético al mismo tiempo.
Elena Zapata
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España