Alberto Casari presenta la exhibición Contingentes, donde presenta dos conjuntos de obras producidas entre el 2013 y el 2017. La distinción de cada grupo no es arbitraria, sino que responde a un ánimo de selección intuitiva que clasifica sobre todo aspectos formales y sensoriales. Cada una de las dos salas, aborda diferentes maneras de aprehender la materia que conforma al objeto artístico, distinguiendo también el grado de intervención que tiene el autor con los objetos -naturales o artificiales- que lo rodean en su cotidianeidad.
La influencia del Arte Povera, desarrollada durante su estadía en Italia en los años ochenta y noventa, se evidencia desde el intento por descontextualizar los objetos, centrándose en su cualidad material visible. Así, la obra puede verse en contacto directo con la naturaleza. Pueden verse instalados elementos de producción industrial pensados como objetos estéticos desde la observación de sus cualidades más elementales: troncos o listones de madera,...cuero, cera, tela pintada; algunos elementos en principio ya alterados, son recolectados y reutilizados. La forma de intervención de Casari distingue su necesidad por la acción libre en pro de una reflexión poética, similar a un acto de epifanía.
La contingencia es la indeterminación de todo aquello que puede suceder y la manera de afrontar lo ininteligible partirá, por defecto, desde un abordaje objetivo. No obstante, la obra de Casari demanda previamente y casi en oposición a ello, un abordaje sensorial y subjetivo; un acercamiento pleno a la materialidad, para luego pensar en su potencial simbólico.
Entrada actualizada el el 12 mar de 2018
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