Descripción de la Exposición
Primera exposición individual de la artista María Verónica Machado "Condiciō sine qua non". 17 obras constituyen Condiciō sine qua non, bajo la curaduría de Edward Pérez, Machado ocupara con sus obras los espacios de la Sala Base y Patio Central de MACZUL.
Condiciō sine qua non
Siempre hay incertidumbre. Debemos navegarla.
Edgar Morin.
Condiciō sine qua non es una locación de procedencia latina originalmente utilizada en documentos de carácter legal, técnico o científico equivalente a decir condición sin la cual no. Habitualmente, esta se ha referido a la acción, condición o componente inexcusable, ineludible, indispensable y hasta imperativo para que algo ocurra. A ojo desnudo, esta relación de causalidad entre la acción apriorística y la consecuencia prevista pareciera enmarcarse en una noción maquinista de jerarquías preestablecidas de hechos y consecuencias, fácilmente tributable a los axiomas de la modernidad. Sin embargo, vista desde ámbitos más pluridimensionales, la condición sine qua non se domicilia en la idea de la alteridad, en la imperiosa necesidad de dejar de ser uno y de ser y emplazarse desde lo otro.
Este juego inverso de lo uno y de lo múltiple, privilegia la aparición incesante de emplazamientos y desplazamientos, desdibuja las certezas sobre las transacciones esperadas y extenúa los ámbitos homogéneos de la percepción. Desde esta óptica, por decirlo de algún modo, inscrita en una contemporaneidad indefinida, el ser y el hacer están irremediablemente coligados a estadios de incertidumbre en los que las acciones devienen agenciamientos[1], las experiencias en campos[2] de lo continuo y las conexiones en desterritorializaciones[3].
Para María Verónica Machado, el ejercicio de pensamiento, tanto en el arte como en la arquitectura, gravita en ámbitos de lo transaccional[4]. Para ella, la creación no es un hecho acabado sino una transacción, un ir siendo en tanto que verbo. Esta condición de continuo hace que las obras de esta exposición, sean al mismo tiempo, uno y multiplicidad, fracciones y totalidades con relaciones no determinadas. De la confluencia de conceptos y materiales crea obras que no son objetos. Son potentes dispositivos[5] generadores de múltiples obras. Así, la obra surge como condición, como producto circunstancial de la incertidumbre y del aprovechamiento del devenir transaccional de tales circunstancias.
A través de sus obras, María Verónica no intenta propiciar el goce contemplativo o la búsqueda estética, comunicar discursos preconcebidos o utilizar el arte como didáctica. Sus obras, se desplazan de las ideas funcionales del arte y se aproximan a la idea de la obra de arte como acto de resistencia[6]. Esta concepción analizada por Gilles Deleuze en 1989 en la conferencia Qu’est-ce que l’acte de création? sostiene que la obra de arte es, o debería ser, ajena a la comunicación y en contraposición, afirma que existe una afinidad fundamental entre la obra de arte y el acto de resistencia. Estas obras, planteadas dentro de un locus de enunciación siempre en crisis, buscan intencionalmente desplazarse, moverse siempre en busca de lo otro, de otra condición. En consecuencia, el acto de resistencia se desplaza a su vez transformándose en transacción, en posibilidad.
Deliberadamente alejadas de lo formal, estas obras prescinden de la técnica y se constituyen en un ámbito de lo liminar que fluye entre una materialidad casi inexistente y una sustancia casi totalmente conceptual. Materiales como el papel, los alfileres, el vidrio y el vinil transferible, entre otros, se convierten en idea pura. De nuevo, aparece la transacción y el desplazamiento: los materiales se desplazan de su función corpórea para servir a una nueva condición que es casi puro concepto. No desde el azar sino desde la intencionada aceptación de la incertidumbre, los materiales van siendo encontrados más que buscados en el aprovechamiento de los acontecimientos y la potenciación de cada circunstancia.
Para María Verónica, esta exposición -y más ampliamente su proceso creativo- es un alter-laboratorio en el que las experimentaciones lejos de llevarse a cabo en condiciones normalizadas y controladas -como es el caso de los laboratorios de carácter científico o técnico- ocurren en ámbitos alterables, dialogantes, contaminables y de limites difusos. Este desplazamiento en la idea de laboratorio propicia intercambios insospechados, siempre diferentes, donde las operaciones de experimentación están destinadas, más que a comprobar o demostrar fenómenos, a aprovechar las incertidumbres, muchas de éstas frecuentemente manifiestas como carencias.
Cada fracción y cada totalidad en la exposición demandan observación activa y pensamiento reflexivo. Las obras proponen un juego de ida y vuelta en el que la duda, el cuestionamiento, el espíritu lúdico, el abandono de las certezas y la navegación en la incertidumbre[7] son ineludibles. No solo cada obra es una y varias a la vez, sino que los ámbitos de percepción e interpretación que convocan, son múltiples, interconectados y frecuentemente velados. Aparece a cada instante la idea de la fragilidad. Cada obra pareciera estar al límite de dejar de ser la que es y de convertirse -desplazarse- en otra u otras. Esta condición de lo frágil, como estructura subyacente, está íntimamente relacionada con la idea de lo velado en tanto que revelada o entendida, se desvanece. Desde esta perspectiva, la idea de lo velado puede asimilarse en ámbitos de la complejidad[8]. Así, lo velado, lo frágil o lo complejo, dejan de serlo cuando la valentía del descubrimiento, la temeridad ante la demanda de involucrarse y el reconocimiento de las posibilidades contingentes, concurren.
De este modo, una observación contemplativa desde las habituales posturas de un receptor en pasividad será cuanto menos Infructuosa. Es inadmisible acudir con desgano ante estas obras como quien se acerca a cosas inertes. Las obras, devenidas aquí dispositivos, demandan una observación participativa, de una presencia activa, dialogante, lúdica, abierta, dispuesta y sobre todo, reflexiva. Una mirada, que capaz de desplazarse, se convierta en espejo y reflejo de eso que la convoca. Navegar la incertidumbre, generar la experiencia, conjugar el verbo, crear la transacción: Condiciō sine qua non.
Edward Pérez
[1] Deleuze, G. y Guattari, F. (2002). Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Valencia: Pre-textos.
[2] Allen, S. (2009). From object to field: Fields conditions in architecture and urbanism. Practice: Architecture, tecnique + representation. Routledge, Nueva York, pp. 216-243.
[3] Deleuze, G. y Guattari, F., op. cit.
[4] Machado, M. (2013). Desde la TRANSformación hacia la TRANSposición (Tesis doctoral). Universidad del Zulia, Venezuela.
[5] Agamben, G. (2011) ¿Qué es un dispositivo? Sociológica, año 26, número 73, pp. 249-264.
[6] Deleuze, G. (2013, Octubre 11). Qu’est-ce que l’acte de création? [Archivo de video]. Recuperado de: https://youtu.be/2OyuMJMrCRw
[7] Morin, E. (2014, Noviembre 18). Ecologie de l’action. [Archivo de video]. Recuperado de: https://youtu.be/MkojAMG9UTw
[8] Norman, D. (2010). Living with complexity. Massachusetts: The MIT press.
Exposición. Desde 26 nov de 2016 / Museo de Arte Contemporáneo del Zulia - MACZUL / Maracaibo, Zulia, Venezuela
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España