Elena Uranga presenta esta pintura como proceso y parte de una serie de imágenes relacionadas entre sí, y que han sido provocadas por la historia y la realización de una pintura del 2.006. Llevándonos a seguir una búsqueda a través de la acumulación de vivencias, datos, estados anímicos y estudios de estos últimos meses.

Sus imágenes nos muestran a través del óleo y de la cuerda una continuidad que viene del paisaje expresionista que realizaba en los años 80 y más informales en los 90. Zooms realizados desde el recuerdo, desde sus más queridos e íntimos paisajes, y desde allí hasta su historia y su memoria. Imágenes escogidas con toda la intencionalidad, encadenadas desde su realidad creando una secuencia de obras en diferente formato, composición y color.

El hecho plástico y su presencia es lo que mueve a Elena Uranga a trabajar, no la técnica o el soporte que emplea. Vive en ... su propia y personal estética y no en el vehículo que la ayuda. Elena Uranga pinta por la necesidad de crear historia, la suya, y sus cuadros han sido y son pintados en absoluta y solitaria reflexión.