Con el silencio reúne cinco series de obras de un carácter marcadamente escultórico, y una serie de seis grabados, realizados con anterioridad, que son el punto de partida de todo el conjunto.

En las piezas escultóricas el autor utiliza materiales industriales escasamente manipulados y dispuestos en superficies planas: contrachapado de madera, planchas de aluminio, láminas de goma, piezas de cerámica. Todos ellos se articulan en una geometría simple de cuadrados y rectángulos, de líneas horizontales y verticales. Los planos se superponen dejando vacíos entre ellos, suspendidos en el espacio. El blanco de la cerámica y el negro de la goma se contraponen entre sí y a la vez con los reflejos brillantes del aluminio, dejando entrever ocasionalmente el tono rojizo y la superficie veteada de la madera.

Características todas ellas que ya aparecen en los grabados con sus simplificadas composiciones geométricas y sus tintas planas reducidas al ... blanco, al negro y al plata.

La simplicidad, el equilibrio y la reducción casi minimalista de las formas, el orden y la simetría de las composiciones, la presentación directa de los materiales alterados tan sólo por sutiles texturas, su relación con el vacío; en todo ello se pone de manifiesto la voluntad de materializar un sentir más que una visión, de presentar más que de representar.

El título de la exposición indica la intención del autor de no describir un tema sino de usarlo como motivo y espacio de inspiración, como material no visible pero sí sensible, y casi como compañero de trabajo, actuando "con", "de", "entre", "desde", "hacia" el silencio. Antes que mostrar y explicar el silencio como ausencia de algo, como vacío, quiere confirmar su participación y presencia como colaborador activo en la gestación de la obra, como acompañante misterioso y hermético, a veces inquietante pero íntimamente deseable y finalmente inevitable.