Colores de México es una exposición colectiva, inspirada en nuestra tierra, en sus texturas y en sus colores. Colores, regalos de los dioses viejos y nuevos para el desfogue humano de la representatividad, desde la primera pintura rupestre hasta las máximas expresiones artísticas contemporáneas, las tonalidades han cumplido un deber místico, realista, pedagógico, idealista; de igual modo, su creación y perdurabilidad han acompañado la historia de miles de creadores ampliando y mejorando la fijación en textiles, muros, maderas o lienzos. Los colores forjaron un vínculo entre seres humanos y dioses, para esta ocasión, el vínculo será entre creadores y espectadores, pues retomando tres de los más importantes que nuestro país ha dado al mundo, los artistas han generado obras plásticas que nos invitan a reflexionar y apreciar el rojo del achiote, el rosa del mexicano y el azul de los mayas en tiempos modernos con breves pausas y contrastes en...blanco y negro a modo de mutación ontológica.
El Rojo Achiote es un colorante natural que da tonalidades rojizas y amarillentas, en comunidades mesoamericanas servía como colorante natural para las bebidas del cacao, textiles y como pintura corporal; el pigmento se extrae de las semillas, sus hojas parecen corazones alargados, se le relacionaba con la sangre lo que le hace ser patrimonio milenario al ser especie endémica. Actualmente se utiliza en platillos de gran relevancia para nuestra gastronomía -si hoy se echan unos taquitos al pastor deberán recordar la presente exposición-, y de igual modo se reconocen sus fines medicinales los cuales son amplios y variados. Siguiendo con la línea de los colores milenarios, el Azul Maya fue un avance tecnológico para la época, pues este pigmento, el cual en occidente se extraía del lapislázuli, era difícil de conservar y caro para extraer, por lo que apenas el siglo pasado los arqueólogos descubrieron que los mayas extraían el color azul de la planta de añil mezclándolo con una arcilla llamada paligorskita, misma que se impregnaba en la porosidad de los muros dándonos bellas reliquias como lo son los murales de Bonampak o Cacaxtla. Por otro lado, el Rosa Mexicano, se hizo oficial en 1949 cuando el dibujante y diseñador veracruzano Ramón Valdiosera utilizara esta tonalidad en la Primera Semana de México en Nueva York; el creador viajó por muchos lares de la República Mexicana y decidió utilizar este tono rosáceo que encontramos en la buganvilia, el amaranto y en los textiles bordados de nuestras comunidades indígenas, muchos de ellos extraídos de otro pigmento de alto nivel estético e histórico como lo es la grana cochinilla.
Curioso resultó que al trabajar con los artistas y sus variadas formas, se hiciera una especie de recorrido cronológico en donde se puede apreciar cómo habita el alma de los mexicanos, pues al hablar de los colores que México ha dado al mundo, la historia se hizo presente y las representaciones se prestaron para marcar tiempos de gran relevancia para nuestro país; es por ello que al iniciar el recorrido nos encontraremos con mayas, teotihuacanos, mexicas y españoles, llegando a un punto de ruptura entre occidente y mesoamérica para abrir paso al sincretismo y llegar a una modernidad donde lo figurativo y lo abstracto dialogan entre sí mientras cautivan miradas y atraen indagaciones. Arte Capital presenta la presente, con afán de mostrar la cualidad y calidad de los pigmentos y sus artistas, el fin es colorear sus días y enaltecer nuestra cultura, recordándonos que nuestra grandeza se pinta pero nosotros somos capaces de extraerla, sustraerla y padecerla de un modo casi envidiable. México y sus colores, elocuencia grandiosa reunida en este bello espacio adornado por el azul de la talavera del siglo XVI; México y sus artistas, técnica afable armonizada para su deleite.
Helue Nocedal
Imágenes de la Exposición
Inauguración
Entrada actualizada el el 05 ago de 2024
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