Descripción de la Exposición
Fundación Proa presenta una nueva edición de “Colecciones de Artistas”, la exhibición realizada en 2001 y 2006 que reúne las colecciones privadas de un conjunto de artistas contemporáneos de la escena local.
En esta ocasión Cynthia Cohen, Marina De Caro, Sigismond de Vajay, Gachi Hasper, Inés Raiteri, Rosana Schoijett y Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico sacan a la luz obras que fueron atesorando a lo largo del tiempo en sus casas y talleres, invitando a descubrir a través de ellas los intereses, vínculos personales y cruces creativos que componen su universo cotidiano.
La selección también da testimonio de sus propias trayectorias ya que las piezas elegidas son producto de adquisiciones, regalos e intercambios con otros colegas con los que coincidieron en talleres, becas y muestras realizadas en distintos periodos y espacios. Dada esa particularidad, y que en la mayoría de los casos ese acervo creció de forma espontánea, sin un programa ni objetivos definidos, es que los artistas convocados prefieren describirse así mismos como “coleccionadores” en lugar de coleccionistas.
Con la curaduría de Patricia Rizzo y Mayra Zolezzi como curadora adjunta, la muestra pone en valor a los artistas por medio de casi 400 obras de distinto formato y estética que permiten vislumbrar el hacer de una época. “Si vemos en perspectiva las tres ediciones de esta serie se puede apreciar un panorama del arte argentino del siglo XX y XXI; y lo interesante también es que cada momento registra los cambios en las prácticas artísticas locales. La aparición de las becas y talleres cambió la forma de producir en comparación con las décadas anteriores, cuando los artistas no convivían, sino que era generalmente una actividad mucho más solitaria” explica Adriana Rosenberg, directora de Fundación Proa.
“Colecciones de Artistas permite construir una historia de relaciones que propone nuevos puntos de vista para leer la historia del arte por medio de las vivencias que los artistas comparten en un determinado tiempo. El hecho de sacar la colección de sus ámbitos privados para presentarla en el espacio expositivo de Proa significa que hicimos una lectura. Atenta a esa situación, la curadora hizo una selección representativa de cada colección” agrega.
EDICIONES ANTERIORES
En su primera versión (2001) la exhibición convocó a artistas cuyas colecciones reunían obras que les eran contemporáneas o anteriores, así participaron Luis F. Benedit, Nicolás García Uriburu, Rómulo Macció, Luis F. Noé, Rogelio Polesello, Alfredo Prior y Josefina Robirosa. La de 2006 presentó el patrimonio privado de nueve destacados artistas argentinos y alrededor de 140 trabajos pertenecientes a distintas generaciones y tendencias, como Marta Minujín, León Ferrari, María Juana Heras Velasco, Dalila Puzzovio, Clorindo Testa, Marcelo Pombo, Roberto Jacoby, Facundo De Zuviría y Alberto Goldenstein. Rizzo compartió la curaduría con Sergio Avello.
COLECCIÓN DE ARTISTAS 2023
Los conjuntos que esta vez se presentan en Proa destacan por su individualidad y también por una correspondencia manifiesta en los artistas que se repiten en cada colección, ofreciendo además una mirada histórica de la producción y los modos de hacer de las últimas dos décadas. Así aparecen obras dedicadas, retratos de amigos y piezas que llegaron como regalo de cumpleaños, canje y/o retribución de honorarios, además de las que son herencia familiar. En todos se evidencia el componente afectivo como hilo conductor.
“Durante las visitas a sus casas y talleres nos propusimos construir una narrativa que capturase la esencia de cada colección. Como resultado, la exhibición se presenta como una ventana al ámbito cotidiano de cada artista. La riqueza conceptual de los conjuntos revela cómo las experiencias de formación, su trayectoria y las historias personales se entrelazan para dar forma a colecciones construidas desde el cariño y la admiración. Cada obra es un testimonio visual de una historia compartida” sostiene Mayra Zolezzi, curadora adjunta.
El acervo de Rosana Schoijett documenta su experiencia como cronista fotográfica y es resultado de los intensos intercambios producidos durante su participación en la Beca Kuitca (2003 -2005), donde compartió espacio con algunos colegas presentes en la muestra; en su haber también hay piezas significativas de origen familiar. En la de Gachi Hasper se distinguen obras de grandes artistas geométricas entre las que destacan María Martorell, Germaine Derbecq y Marta Botto, cuyas investigaciones sobre la geometría de alguna manera gravitan en la producción de Hasper, que además ha descubierto el beneficio de practicar la reciprocidad: cada vez que vende, compra, según sus palabras.
Cynthia Cohen conserva obras muy elegidas de colegas amigos como Marcelo Pombo, Alberto Passolini, Jorge Miño y Luis Benedit, entre otras que proceden de su entorno familiar, en especial de sus hijos; la artista confiesa que en su casa nunca las cambia de lugar porque prefiere prestarse al juego de observarlas y encontrar en cada estado de ánimo nuevos puntos de reflexión.
En la de Marina De Caro, además de trabajos anónimos elegidos principalmente por su impronta singular, hay una marcada presencia de alumnos que pasaron por su taller. La colección también da cuenta del espíritu colaborativo entre amigos, obras que llegan por compras solidarias e intercambios, y que la artista prefiere pensar como sujetos y no objetos, dada la carga afectiva que representan.
El conjunto de Inés Raiteri está atravesado por tres momentos importantes dentro de su formación y se destaca por una colorimetría emparentada con la paleta que la artista utiliza en su hacer: están Daniel Joglar, Beto De Volder, Deborah Pruden, Elisa Strada, Maja Lascano y Marina De Caro; tiene obra de Catalina León, también presente en la colección de Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico, más un Matías Duville de la misma época del que conserva De Caro.
En el caso de Cecilia Szalkowicz y Gastón Pérsico, al igual que el de Schoijett, tienen relevancia los intercambios al punto que consideran a sus amigos como los verdaderos autores de la colección, ya que ellos por sí mismos no eligieron muchas de las obras con las que conviven. Eso permite pensar ese patrimonio como una biografía colectiva construida por su entorno afectivo.
El vasto patrimonio de Sigismond de Vajay está disperso en el mundo y refleja distintas etapas de su vida nómade. Conserva trabajos de artistas internacionales y también locales, la mayoría producto de compras e intercambios realizados en el marco de exhibiciones en las que participó como productor o curador, y en ese contexto recuerda especialmente una instalación de Spencer Tunick realizada en el taller de Frida Kahlo, en México, expuesta en esta ocasión.
PROGRAMAS PÚBLICOS Y ACTIVIDADES EDUCATIVAS
“Colecciones de Artistas” se exhibe hasta marzo de 2024. Está acompañada por un calendario de actividades educativas y Programas Públicos diseñados por el Departamento de Educación de Fundación Proa para indagar y ampliar la lectura sobre los múltiples cruces generacionales, lenguajes y coincidencias estéticas que subyacen en las colecciones de los artistas.
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