Ciudad Contemporánea La admiración por la gran ciudad contemporánea, con sus arquitecturas, sus gentes, sus entresijos y sus cambios son una constante en el trabajo del fotógrafo César Lacalle. En sus imágenes encontramos procesos en los que se juega con los conceptos de uniformidad y diferencia, no entendidos como opuestos sino como dos polos de una misma línea en la que los entornos urbanos se mueven. Porque la adopción de elementos externos, tanto en lo arquitectónico como en lo político, económico y social, tiende en cierto modo a uniformar puntos muy remotos del planeta, pero también obliga a integrar esos modelos en un sustrato local, dando lugar ineludiblemente a mezclas, hibridaciones, sincretismos. El lugar donde fueron tomadas las imágenes es prácticamente anecdótico en el trabajo de Lacalle, puesto que se trata de poner de relieve una serie de procesos que no son propios de ciudades particulares, sino de una dinámica...global. Las ciudades de hoy compiten dar una imagen de modernidad puntera, en una cuestionable lógica según la cual modernidad se asocia a occidentalización. Es decir, que cualquier lugar del planeta debe tratar de adoptar la imagen de las grandes metrópolis de Europa y Estados Unidos si quiere parecer moderna, quedando a un lado sus particularidades locales y la posibilidad de construirse a sí misma a partir de su cultura autóctona. Las fotografías de No name city, como su propio título indica, podrían ser de cualquier gran ciudad del mundo actual, donde los edificios, los idiomas de los carteles o la indumentaria de los transeúntes es muy similar hoy en día. También la arquitectura deslocalizada es protagonista en Adyton, que retrata entradas y salidas de edificios emblemáticos, como poros en la piel de algunos símbolos urbanos. O en Hóu Yuàn, en la que se nos presenta esa otra cara de la ciudad, más oscura, más siniestra, menos amable y familiar. El lugar sí importa en 101 faces in Manhattan, donde la constante es el barrio, y sin embargo, sus habitantes y transeúntes conforman un mosaico de diversidad. De nuevo, la uniformidad y la diversidad no son antagónicas: una multitud de rasgos y genes se mezclan en la gran ciudad contemporánea, dando lugar a una especie de raza global mestiza. Ya sea celebratoria o crítica, las fotografías de Lacalle incitan a una reflexión acerca de los entornos urbanos que habitamos; de sus formas, de sus contenidos, de sus procesos y de la mirada con la que percibimos un lugar en constante devenir. Sofía Fernández Álvarez Historiadora del Arte y Comisaria independiente
