Nace en 1957, en Perpignan.

Toma de su provincia los colores cálidos, los trabajos laboriosos de los paisanos, y la belleza de la nieve sobre los vecinos Pirineos.

Su primera exposición en CERET, ciudad mítica en el dominio del Arte, pone en evidencia su talento. Después, las exposiciones de sus obras son sucesivas, tanto en Francia como en el extranjero.

Christian dice con sinceridad, yo soy autodidacta.

Todo queda muy cercano a la tradición naif de los clásicos, representa lugares que ha visto, personajes que ha frecuentado, recuerdos que quedan grabados en él. Ama a las personas de estos pueblos de Cataluña o de la Provenza que ha atravesado, y sus costumbrismos ya olvidados, arrastrados por un mundo moderno de rentabilidad al que el rehusa pertenecer.

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A estos temas nostálgicos, añade su propia poesía con una delicadeza casi preciosista, y una elegancia refinada, haciendo de él un talentoso artesano de Arte. Hay en primer lugar una realidad muy simple para él: Lo ancestral que ha guardado en su memoria, el juego de niños en la nieve, el trabajo de los campesinos en el momento de la recolección, la pena de los bueyes tirando de las carretas repletas de hierba... 'yo prefiero, dice, los carros a los tractores, los senderos perdidos a las autopistas, y las pequeñas aldeas a las grandes ciudades'. Pero justo detrás de las imágenes del pasado, añade sus propios entusiasmos y las divagaciones de sus sueños. La naturaleza toma entonces impulsos surrealistas y los sueños propias realidades.

Este 'Surrealista Naif ', nostálgico del pasado, tal como se define el mismo, pone tanta poesía en sus obras que parecen de un Mundo donde él vive estupendamente.