Descripción de la Exposición Chema Madoz se licenció en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid al tiempo que estudiaba fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen; ganador del Premio Nacional de Fotografía en 2000, presente en las más importantes colecciones de arte de nuestro país, con gran repercusión en el medio artístico internacional y arropado por el entusiasmo unánime del público, lleva desde 1985, año en que celebra su primera exposición individual en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, más de veinte años desvelando el lado mágico de los objetos cotidianos. Le caracterizan el uso sistemático del blanco y negro así como la ausencia de títulos en sus creaciones que dejan la imagen abierta a la interpretación, para, con una extrema limpieza y unos recursos mínimos, crear toda una imaginería de marcado carácter conceptual y con una honda relación con el lenguaje poético: analogías, metáforas, sinestesias o metonimias visuales que exigen la colaboración activa del espectador tras haberle proporcionado el regalo de la sorpresa. Considerado el heredero directo de Joan Brossa, parte, como él, del objeto (casi ready made duchampiano) para hacer que la idea lo supere al convertirlo en una paradoja de enorme potencia visual y poética. Es, la suya, alta literatura que alimenta sus fuentes de símbolos y reflexiones que acompañan al hombre a lo largo de su historia. Así la frágil armonía de sus objetos fuera de lugar, despojados de sus atributos o dotados de otros inesperados, nos hacen preguntarnos por qué esas geniales 'perversiones' no se nos ocurrieron a nosotros antes. '...la realidad puede ser mucho más rica de lo que nos podría parecer al primer corte de vista... El hilo conductor creo que ha sido esa aspiración a saltar de un nivel de la realidad a otro a través de pequeñas manipulaciones o alteraciones'.