Descripción de la Exposición
Daniel Cerecedo Bretal transforma el espacio de La Doce en un Chatroom: una sala en la que podemos conversar con los demás ‘usuarios’ asistentes a la muestra, produciendo nuevos contenidos.
La exposición consta de una serie de pinturas, la instalación de varios objetos y un vídeo. En nueve de los cuadros vemos representadas distintas habitaciones que funcionan a modo de escenarios, donde tanto muebles como objetos remiten a la cultura popular y a obras de conocidos artistas.
Fijándonos en las barras superiores e inferiores que acompañan a cada imagen, encontramos una misma interfaz gráfica de usuario y distintos textos, gracias a los cuales podemos identificar la procedencia de las imágenes: un sitio web que ofrece transmisiones de actuaciones en vivo para adultos. Estas pinturas, así como las tres compuestas principalmente por palabras –‘Connecting’, ‘Private Show in Progress’ y ‘Offline’-, evidencian las dificultades para contactar con los performers y, a la vez, excitan nuestra imaginación. ¿Cómo serán las personas a las que pertenece cada habitación? Una sensación acentuada y puesta en duda al encontrarnos físicamente, en el espacio real, con algunos de los objetos reproducidos en los cuadros. ¿Son pinturas basadas en habitaciones de personas reales o nos encontramos ante un montaje elaborado por el artista?
En el vídeo que acompaña a estos cuadros observamos una imagen capturada desde un punto fijo: una habitación cuya pared remite a una de las pinturas expuestas y, a su vez, a varias obras realizadas por Warhol. El estatismo de la grabación permanece inalterable durante los cinco minutos que dura, aunque escuchamos unos ruidos que semejan proceder de una habitación cercana. El video ironiza sobre la necesidad personal y/o la presión social por estar casi siempre localizables y disponibles. ‘THE IDEA OF WAITING FOR SOMETHING MAKES IT MORE EXCITING’.
En definitiva, Chatroom es una especie de ‘meta-habitación’ en la que, más allá de charlar con otros visitantes, podemos establecer un diálogo con las obras y con nosotros mismos. La idiosincrasia de las imágenes presentadas y representadas, así como su inmovilidad y sus detalles, favorecen la reducción de nuestro ritmo físico y el incremento de nuestra actividad intelectual. Y es que sólo estableciendo ese tipo de interacción, la mental, seremos capaces de discernir los múltiples juegos referenciales y las paradojas espacio-temporales desarrolladas en este proyecto. A partir de ellas surgirán otra serie de preguntas, algunas vinculadas a conceptos como lo real y lo virtual, lo auténtico y lo ficticio, o lo público y lo privado. Cuestiones, todas ellas, de total actualidad y que sugerimos replantearnos para, así, comprender mejor nuestra relación con las nuevas tecnologías y valorar el tiempo por el que navegamos.