Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Sombrero hongo, bigote de corte particular, una americana demasiado estrecha, unos pantalones demasiado grandes, zapatones gastados y un bastón flexible. No bastan más palabras: se trata de Charlot. Pero, ¿cómo se creó el personaje? ¿Por qué resultó y es aún hoy tan atractivo? ¿Cómo Chaplin fue capaz de transformar una estrella del cine de garrotazos y bullangas en un icono universal, un emblema de la condición humana en una época de grandes transformaciones técnicas, de cambios sociales y de inestabilidad política? La importancia de Charles Chaplin en la historia del cine del siglo xx no se agota con su personaje, Charlot, y su contribución al cine. Actor virtuoso de la pantomima, director de películas universalmente conocidas como The Gold Rush (La quimera del oro), Modern Times (Tiempos modernos) y The Great Dictator (El gran dictador), y compositor de la música de sus filmes, Charles Spencer Chaplin (1889-1977) se convirtió en un símbolo de la vanguardia artística, incorporó a sus creaciones los temas sociales y tuvo un papel destacado en la vida pública, por sus tomas de posición inconformistas y por la persecución de la que fue objeto en Estados Unidos en los años de la guerra fría. Tras la enorme popularidad de Chaplin se esconde un extraordinario talento artístico, una gran facilidad de comunicación y la capacidad de modelar su personaje público en función de los medios audiovisuales: el cine, la fotografía y el periodismo ilustrado. Bajo el título Chaplin en imágenes, la Obra Social ”la Caixa” inaugura en CaixaForum Barcelona la primera gran exposición que se presenta en España sobre la figura de Charles Chaplin y su personaje, Charlot, a partir de los archivos familiares. Mediante la combinación de alrededor de 300 fotografías de estudio, carteles y revistas, documentos y fragmentos de películas, se ofrece una visión global del artista y de su trayectoria. A través de obras de Fernand Léger, entre otros, se muestra también cómo algunos creadores de las vanguardias se apropiaron de la imagen de Charlot.
Organizada por la Fundación ”la Caixa” y NBC Photographie, Paris, ésta es la primera gran exposición dedicada a Charlie Chaplin que se lleva a cabo en España. La exposición reúne alrededor de 250 documentos, principalmente fotografías, pósters, material documental y extractos de películas, algunos de los cuales son inéditos. A través de imágenes, la muestra narra la historia de Charlie Chaplin —el actor y la figura pública—, desde la creación del personaje de Charlot hasta el final de su carrera. Comisario: Sam Stourdzé.
Chaplin en imágenes toma como punto de partida los archivos familiares para explicar la trayectoria de Chaplin, las claves de su éxito y su contribución al nacimiento de una nueva imagen del hombre del siglo xx. De forma paralela, examina el personaje de Charlot, su evolución, los elementos de la indumentaria, sus gestos característicos y la iconografía que han generado. Chaplin aparece como figura relevante de un nuevo lenguaje, el cine mudo; en la cima de su reconocimiento público en los años veinte y treinta, cuando rodó los largometrajes clásicos; y en el exilio en Suiza, después de que las autoridades estadounidenses decidieran no renovarle el visado de estancia en el país, solitario y enfrentado a los poderes del mundo.
Chaplin en imágenes quiere remarcar la importancia del cine en la creación de la sensibilidad y del imaginario colectivo de millones de personas. Chaplin creó un personaje que atrajo tanto al público popular como a los intelectuales y artistas, y que se convirtió en universal. La exposición, que con anterioridad se ha podido ver en París, Rotterdam, Hamburgo, Lausana, Bruselas, Montpellier y Bolonia, y que ahora la Obra Social ”la Caixa” presenta en España, es una producción de NBC Photographie (París). Chaplin en imágenes ha sido organizada con el apoyo de la Association Chaplin, MK2, Cineteca di Bologna y Janvier.
Charles Spencer Chaplin (1889-1977) ha sido, sin lugar a dudas, una de las figuras más relevantes del arte cinematográfico del siglo xx. Actor, director de cine, guionista y compositor de la música de sus películas, su trayectoria abarca más de cincuenta años, desde las primeras películas de 1914 hasta A Countess from Hong-Kong (La condesa de Hong Kong), que rodó en 1966 con Marlon Brando y Sophia Loren. Nacido en Londres, hijo de una familia de comediantes, en 1910 llegó a Estados Unidos y trabajó con Mack Sennet en la compañía Keystone. El primer Charlot era un personaje interesante, sin muchos escrúpulos, que sacaba provecho de las oportunidades que le ofrecía la vida. Pese a ello, en poco tiempo el vagabundo se humanizó y pasó a representar al hombre corriente, el personaje de la calle enfrentado a los poderes que dominan el mundo. Al mismo tiempo, aprovechó sus extraordinarias cualidades como actor para crear, a partir de gestos cotidianos, coreografías de gran efecto cómico.
Chaplin tuvo la capacidad de ver más allá del éxito momentáneo que le ofrecieron sus primeros filmes, y en 1918 fundó sus propios estudios cinematográficos, en los que empezó a dirigir sus películas y a realizar largometrajes como The Kid (El chico, 1921), The Gold Rush (La quimera del oro, 1925) y The Circus (El circo, 1928), que tuvieron un impacto fabuloso. Chaplin se convirtió entonces en un personaje aclamado por un público multitudinario y venerado por artistas como Fernand Léger, que hicieron de Charlot un icono del arte de vanguardia. A partir de 1930 sus películas comienzan a introducir reflexiones sobre el mundo contemporáneo. En Tiempos modernos (1936) critica el sistema de vida norteamericano y al final de El gran dictador (1941) lanza un gran discurso a favor de la armonía universal. Comienza un periodo de relaciones conflictivas con las autoridades estadounidenses que culminan en el año 1952, cuando le retiran el visado de entrada en Estados Unidos.
La creación de Charlot
La creación del personaje de Charlot fue el resultado de un largo proceso. En sus primeras películas como actor para la productora Keystone, Chaplin encarnó la figura del vagabundo sin escrúpulos que se dedicaba a urdir tretas, cortejar a las mujeres y robar a los amigos. Sin embargo, en 1918 fundó sus propios estudios y surgió un nuevo Charlot. El humor burlesco siguió siendo esencial, pero Chaplin refinó los argumentos, aumentó la tensión narrativa e introdujo personajes femeninos que le proporcionaban un contrapunto romántico. La emoción sustituyó a la zafiedad y la compasión entró a formar parte de la nueva gama expresiva que vinculaba al actor con su público.
Chaplin cineasta
Empezar a dirigir y controlar el proceso de montaje permitió a Chaplin ampliar el registro cómico, abriéndolo hacia nuevos temas: autobiográficos (El chico), de crítica social (La quimera del oro, City Lights [Luces de la ciudad]) o de actualidad política (El gran dictador). Al mismo tiempo, las películas incluían elementos oníricos que transportaban al público fuera de la realidad. Chaplin exploró las posibilidades narrativas del personaje en las situaciones más insospechadas. Así, en sus sueños Charlot escapaba de su condición de vagabundo, aunque el resultado final fuera siempre un doloroso despertar.
Las coreografías de Charlot
Una de las claves del éxito de Charlot fue la pantomima. En sus primeras películas para la Keystone, el actor esbozaba una mueca que otorgaba al personaje su sello de vileza. Más tarde ese gesto desapareció y Charlot adoptó una imagen dulce y melancólica. Los movimientos de Charlot se convirtieron casi de inmediato en objeto de imitación. En sus largometrajes, Chaplin transformaba un leve gesto de vergüenza, los andares de un borracho o un abrazo entre boxeadores en una compleja coreografía. El cuerpo «hablaba» por sí solo.
Charlot y las vanguardias
La plasticidad y la mecánica física del personaje de Charlot hicieron de él un icono del arte de vanguardia. En los años veinte, el fotógrafo Erwin Blumenfeld incluyó su figura en un collage entre símbolos del mundo moderno (la esvástica, la estrella de David y el yin y el yang). En la misma línea, Fernand Léger quiso representarlo como una pieza de maquinaria en una película de animación. También en nuestro país la figura de Charlot se identificó como un símbolo de la modernidad. En su poema Marxa nupcial (Marcha nupcial), el poeta Joan Salvat-Papasseit hizo aparecer su nombre junto al del inventor Thomas Edison. Por su parte, en Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, Rafael Alberti presentó a Charlot como el pobre hombre perdido en la complejidad de las cosas.
De la fama al exilio
A partir de 1920 la trayectoria de Chaplin alternó luces y sombras. Con La quimera del oro y El circo obtuvo grandes éxitos, pero su primer intento de abordar el género dramático, con A Woman of Paris (Una mujer de París), no consiguió conectar con el público. En la década de 1930, preocupado por los temas sociales, introdujo en sus películas elementos de crítica. Tiempos modernos y El gran dictador enervaron a los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense y, durante la guerra fría, la Comisión de Actividades Antiamericanas le acusó de simpatizar con el comunismo. En 1952 las autoridades estadounidenses decidieron no renovarle el visado y Chaplin se instaló en Suiza con sus hijos y su esposa Oona.
Chaplin habla, Charlot muere
Charlot había creado un idioma propio que todo el mundo comprendía, un lenguaje universal más allá de las fronteras lingüísticas, y con la llegada del cine sonoro permaneció en silencio. Su voz se oyó por primera vez en 1936, en Tiempos modernos, donde Charlot intentaba entonar una canción cuya letra había olvidado: acabó utilizando el sonido, pero no el lenguaje. Más adelante, al final de El gran dictador, Chaplin dirigió a los espectadores un discurso en contra de la mecanización, en favor del espíritu humanitario y de la armonía universal. Las dos películas siguientes, Monsieur Verdoux y Limelight (Candilejas), terminan con la muerte del protagonista, en un gesto simbólico que expresa la soledad del creador enfrentado a los poderes del mundo.
MATERIAL DOCUMENTAL Y FILMACIONES DE LA EXPOSICIÓN
El archivo fotográfico de Chaplin Studios
La exposición muestra más de 250 fotografías (fotos fijas de producción y fotos de estudio). Las fotografías antiguas están rodeadas y acompañadas de una serie de pequeñas copias modernas que se despliegan como secuencias cinematográficas. Los múltiples niveles de interpretación resultantes forman conjuntos que sitúan las numerosas facetas de Charles Chaplin dentro de su contexto.
El Álbum Keystone
A la vista del público por primera vez, el Álbum Keystone (denominado así por los primeros estudios para los que Chaplin trabajó) es un objeto único y original. Cada lámina consta de fotogramas acompañados de un texto manuscrito que recuerda los argumentos de los primeros treinta y cinco cortos en los que actuó Chaplin, en 1914. Aquí somos testigos del desarrollo gradual del personaje de Charlot por parte de un Chaplin que apenas tenía 25 años.
Los extractos de películas
Con la intención de establecer un diálogo real entre imágenes fijas y en movimiento, doce pantallas y once proyecciones muestran fragmentos seleccionados de la obra de Chaplin, como extractos o montajes, que funcionan como contrapunto de las fotografías. Algunos de ellos son:
Un reportaje de rodaje (making of) en color filmado a finales de los años treinta por el hermano de Chaplin, Sydney, durante el rodaje de El gran dictador.
Una fragmento de más de 8 minutos de duración de Luces de la ciudad en el que Charlot, únicamente con un trozo de madera, ofrece una maravillosa demostración de cómo se puede hacer humor a partir de una situación muy simple.
La filmación de 1918 How To Make Movies (Cómo hacer películas), inédita en la época, que ofrece una visión entre bastidores en Chaplin Studios.
Películas domésticas de 8 milímetros, en color. Aquí vemos a un Chaplin que se va haciendo mayor, rodeado de sus hijos e interpretando de nuevo los gags que le hicieron famoso.
Los álbumes de recortes de prensa de Chaplin Studios
A Chaplin le preocupaba mucho su imagen y la manera como era transmitida y percibida. Tan pronto como pudo, creó una oficina de prensa muy eficiente, una de cuyas tareas era obtener recortes de prensa sobre su persona, procedentes de todo el mundo, y reunirlos en grandes álbumes. En total, se recopilaron decenas de miles de artículos en unos álbumes que actualmente se conservan escrupulosamente en los archivos Chaplin en Montreux, Suiza. Algunos de ellos se muestran al público por primera vez.
Obras de artistas
Charlot se convirtió en un icono para los movimientos artísticos que surgieron en las dos primeras décadas del siglo xx para sacudir la antigua ciudadela del arte hasta sus cimientos. Al encarnar las preocupaciones principales de los movimientos vanguardistas, cautivó a artistas como Fernand Léger y Erwin Blumenfeld, para citar únicamente a los más famosos. La exposición muestra cómo algunos artistas se apropiaron de la imagen de Charlot.
Carteles antiguos
El cartel es un medio de comunicación cuyo impacto depende de la claridad y la inmediatez de su mensaje. Aquí, una selección de carteles originales refleja la evolución de la imagen de Charlot, desde el principio hasta la muerte del personaje.
Charlot en España
Tan sólo un año después del estreno de su primera película en España en 1915, el personaje de Charlot había alcanzado cotas de popularidad insuperables. La imagen del cómico fue ambicionada por multitud de comerciantes y editores y acaparó todo tipo de acciones comerciales y publicitarias con el papel como soporte. En sólo un año, Charles Chaplin consiguió lo que nadie antes había logrado: el primer encuentro entre un personaje del cine y la historieta. La figura de Charlot se convirtió, entre 1916 y 1935, en el icono por excelencia del séptimo arte.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España