Según Antonio Cobos 'la pintura de Castell tiene ciertamente en su arranque ingenuismos 'rousseauianos', pero desde luego se trueca en una pintura plena de delicadezas, pero solidísima en su estructuración y exquisita en su dicción preciosista. Se trata, en suma, de una pintura de tono mayor en la que conjuga mágicamente, gamas tonales de grises, verdes selváticos y violetas imposibles, y que llega a su culmen en los paisajes invernales neblinosos'. Por su parte el profesor de Historia del Arte Joan Feliu apunta del pintor de Borriol: 'Lorenzo, como pintor maneja la técnica con seguridad y oficio. Es amante del color vivaz y, con trazo firme, a veces de gran esquematismo, muchos de sus lienzos adquieren una belleza donde el tratamiento suelto de las pinceladas se alza enredado con expresiva gestualidad provocadora de grandes sugerencias'.