Descripción de la Exposición
Pedro y Juana, nombre de la dupla conformada por Ana Paula Ruiz Galindo y Mecky Reuss, crea historia en los espacios a partir de reflexionarlos y estudiar su vida a través de los años. Desde la arquitectura y el diseño desarrolla sistemas espaciales donde la creación de objetos y/o elementos ornamentales se vuelven epicentros de una constelación. En el Museo Universitario del Chopo el colectivo construyó una narrativa a partir de las dos emblemáticas torres de la fachada del edificio y su semejanza formal con los campanarios. Ese fue el punto de partida para pensar en las campanas de otros edificios como instrumentos utilizados en la vida cotidiana, secular y religiosa; de igual forma, como herramientas que a partir de su sonoridad convocan, anuncian, alertan y reúnen. Para los artistas es de particular interés el vínculo de las campanas con los claroscuros del catolicismo.
Pedro y Juana estableció un paralelismo entre la campana y el ayoyote (semillas huecas que han sido empleadas en el país como instrumentos de percusión). Con un sonido comparado con el de la serpiente y la lluvia los ayoyotes se han empleado para realizar rituales, por ejemplo, en las piernas de los danzantes llamados “concheros”. En la construcción de este imaginario, donde el edificio del museo tiene su origen en la época de las ferias universales como foros donde se exhibieron los logros de la edad moderna e industrial, Pedro y Juana crea un escenario donde el ayoyote toma el lugar de pistilos en las flores de tela que sustituyen a las campanas. El sonido del ayoyote rememora la sonoridad del badajo ausente.
En Cascabela convive la referencia a la arquitectura moderna del inmueble y la poética de la ficción (a través del imaginario de las campanas). La resonancia de la campana o del ayoyote no requiere traducción, comunica a través de una memoria colectiva sus distintas alusiones y significados. El mecanismo que le permite a la campana anunciarse expande la intención de la pieza, trasciende la especificidad de temporalidades o geografías.
La precipitación pausada de los ayoyotes activan el espacio, nacen en la flor que se abre, que se levanta y se detiene, en el ritmo de una danza creada para un presente donde hace falta crear más paisajes y más asociaciones entre mundos e historias distintos.