Carlos Sáez, berciano de cuna y leonés hasta la médula, irrumpió por primera vez en los circuitos artísticos leoneses en 1983. Desde entonces ha llevado su obra por León, Zamora, Cantabria, Toledo, el Reino Unido... Y, más aún, sensible siempre a su tiempo y a su entorno, ha colaborado reiterada y desinteresadamente con asociaciones como Asprona, Alzheimer, Cruz Roja...

Ponderado, afable, conversador y chispeante, Carlos Sáez ha sabido cultivar en su vida un espíritu observador, abierto y receptivo, para recoger en sus cuadernos de viaje los brillos que impresionan su retina y su mente. Luego, entresacando las sensaciones más positivas, las ha trasladado a sus lienzos.

En su dilatado y rendido diálogo con la pintura, el artista ha recorrido diversas técnicas y estilos, ... con resultados notables en cualquier caso. Si bien, en mi opinión, es en el ámbito de las aguadas donde su maestría se revela concluyente e irrebatible. Ahí es él mismo, con su personalidad, vibrante, espontáneo, libre... Sáez transita con señorío y tiento los caminos de la acuarela hasta dominar cuanto de fascinación y sobresalto pueda depararle su ejecución. Y se explaya en la articulación de los matices y circunloquios plásticos que potencian y categorizan sus narraciones. Todo esto presupone en el artista temple, ideas claras, concentración, agilidad mental y destreza.

En la exposición de la Casa de las Carnicerías podemos admirar una selección de las acuarelas, óleos y acrílicos pintados por Sáez en sus últimos cinco años de trabajo. Conforman toda una teoría de paisajes urbanos, calles y plazas, rincones, cobijos y recodos del León más clásico; espacios y paisajes naturales del Bierzo y de la Cabrera, con sus regatos de aguas evanescentes y algunas muestras singulares de la arquitectura popular; también, otros trabajos más en corto, con personajes callejeros o motivos florales, resueltos siempre con un despliegue cromático importante, que a la vista está.

La obra de Sáez pone bien a las claras su dominio del dibujo y del color, frutos de un trabajo tenaz y de la preocupación del artista por dotar a cada estampa de la magia y la verosimilitud ambientales que les corresponde.

La comparecencia, una vez más, del pintor Carlos Sáez ante los leoneses supone una buena noticia para los amantes de la pintura. Se trata, sin duda, de una ocasión magnífica para contemplar una muestra relevante y amplia de la obra pictórica de uno de nuestros destacados artistas contemporáneos.