Descripción de la Exposición
En las primeras décadas del siglo XX, la cultura valenciana produjo manifestaciones científicas, artísticas y literarias de entusiasmo valencianista y de proyección universal, definidas a veces como propias de una edad de plata, de una segunda renaixença. Se atenían las connotaciones idealistas de los versos del Himno de la Exposición Regional Valenciana (1909), después instaurado como himno regional valenciano (1925), y actualmente, himno de la Comunidad Valenciana (1984): ya en el taller y en el campo resuenan / cantos de amor, himnos de paz.
Aun así, en un periodo de modernización y también de grandes conflictos sociales y políticos en Europa, los máximos intelectuales y artistas valencianos tendían a la emigración, y después al exilio. Así, las obras de los arquitectos Rafael Guastavino o Fèlix Candela; las del pintor Joaquín Sorolla, el escultor Mariano Benlliure o el cartelista Josep Renau; las de los músicos Francesc Tàrrega u Òscar Esplà; las de los científicos y universitarios Rafael Altamira, Manuel Corachan, los doctores Vicent y Joan Peset, o José Royo; las de los escritores y periodistas Vicent Blasco Ibáñez, Azorín, Gabriel Miró, Miguel Hernández, Max Aub o Juan Gil Albert; las del teatro y el cine de las tres generaciones de los Rivelles, los Gaos, o Concha Piquer, o Luis García Berlanga... pusieron en el mapa del mundo la creatividad valenciana y mediterránea.
Mientras tanto, en la geografía litoral o interior de las comarcas valencianas, en tránsito de la sociedad rural a la urbana, con la capitalidad de Valencia y otros centros urbanos crecientes -como Castelló de la Plana, Sagunto, Xàtiva, Gandia, Dénia, Alcoi, Alicante o Elche-, entre avances sociales y graves crisis económicas y políticas -como las de los años 1917, 1923 y 1931-, convivieron la sociabilidad tradicional y las modas nuevas importadas de Europa y de Norteamérica.
Serían los tiempos en que el valencianismo, protagonista creciente de una región que reivindicaba los fueros del antiguo Reino de Valencia y probaba de construir el moderno País Valenciano, aumentó la hermandad afectiva y la vinculación política con Cataluña, influyó sobre las corrientes políticas y sindicales dominantes y participó en la transformación de las perspectivas sociales. En aquellas décadas de modernización, la institucionalización y la socialización de la nueva cultura tenía como protagonistas la comunicación y la educación, y en tales ámbitos, la cultura valenciana necesitaba la normativización y la normalización pública de la lengua, de la lengua de los valencianos.
Su evolución se puede remarcar con hitos culturales sucesivos: el Centro de Cultura Valenciana (1915), o la Declaración Valencianista (1918); y después de la Dictadura de Primo de Rivera, el Centro de Actuación Valencianista (1931), el activismo de entidades como Proa (1935), o el Instituto de Estudios Valencianos (1937). La culminación de la república de las letras valencianas se produjo durante los años de la Segunda República (1931-1939), con las reformas políticas y la expansión de la educación y los derechos sociales, y la reivindicación progresiva de un decreto de bilingüismo y un estatuto de autonomía. Y se entroncó con la Guerra de España (1936-1939), y una ominosa y larga posguerra (1939-1975).
Aquellos serían los tiempos de Carles Salvador. Con la lengua como patrimonio esencial, participó decididamente como maestro, pedagogo, periodista, escritor y gramático. Definiéndose como auténtico (en La poesía valenciana en 1930), heredó y transmitió los ideales y los compromisos del valencianismo, crítico y a la vez dialogante, a través de la participación en las instituciones, como por ejemplo la Universitat de València, Lo Rat Penat, el Centro de Cultura Valenciana o el Instituto de Estudios Valencianos y, sobre todo, con la afinidad de personalidades, maestras y literatos de varias tendencias ideológicas.
Así, hay que destacar las relaciones personales, pedagógicas y literarias con las sucesivas generaciones. De más joven, con Josep Maria Bayarri o Miquel Duran, Eduard Martínez Ferrando o Bernat Ortín, Nicolau Primitivo Gómez-Serrano o Manuel Gonzàlez Martí, los Gaetà Huguet (padre e hijo), padre Joaquim Garcia Girona o Vicent Tomàs y Martí. En su plenitud biográfica, con Empar Navarro o Enric Soler y Godes, Francesc Almela o Maximilià Thous Llorens, Enric Navarro o Bernat Artola, Manuel Sanchis Guarner o Josep Giner... Y, en la posguerra, con la lealtad a aquellas figuras y con el impulso de las nuevas generaciones de maestras y literatos, como Enric Duran, Maria Ibars, Matilde Llòria, Maria Mulet, Manuel Llorens, Ismael Rosselló, Enric Valor, Emili Beüt, Xavier Caspe, Joan Fuster o Vicent Andrés Estellés.
La Academia Valenciana de la Lengua, teniendo en cuenta la memoria y la vigencia de las obras de su generación -auténtica introducción de la modernidad en las letras valencianas entre la Renaixença y nuestros tiempos-, ha declarado el 2015 como Año Carles Salvador y su tiempo, y presenta la Exposición que lleva su nombre, con la colaboración de la Fundación Carles Salvador de Benasal y otras instituciones y entidades, y la acogida de la Universitat de València-Estudi General.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España