Descripción de la Exposición
El canto del cisne es un presagio. Todas las pinturas del proyecto contienen esta idea: la súbita noción de que algo acaba, de que algo es caduco, de que algo nace muerto. Esta noción puede despertar el tedio, el desasosiego o la alegría. Uno se puede dejar llevar por el canto del cisne o puede bailar con éste.
Las imágenes representadas en las obras oscilan entre composiciones simbólicas sencillas y otras más cargadas, más narrativas. Un árbol caído, un caballo negro, una jaula dorada, mujeres azules (con el blues), rojas (histéricas), rosas (tiernas). Pese a la abundancia de signos son los relatos cotidianos los que inician la imagen. La sensación de inadecuación, el rechazo, la infancia, un sueño, el miedo a la intimidad.
ALBA RIVADULLA DURÓ 1994, Lérida
Estudia Humanidades en Barcelona, pero acaba dirigiéndose hacia la pintura, a la que empieza a dedicarse de forma autodidacta. Para ella la pintura siempre ha sido un medio a través del cual puede contar y expresar cosas más complejas o más sencillas. Con el tiempo, el amor por la pintura le ha permitido disfrutar pintando un bodegón, descubriendo más adelante una gran inclinación hacia el retrato y la fgura humana, tomando el pincel impulsada por una necesidad de explicar algo que las palabras no consiguen plasmar.
Para ella “la contraposición de símbolos es una manera de interrelacionar conceptos con la que consigo colmar lo que quiero contar”, encontrándose todavía en un proceso de descubrimiento.
Ha participado en el festival de autoedición e ilustración Gutterfest con un proyecto personal de poesía ilustrada autoeditada y ha realizado encargos para la Editorial Alfabia y Bookish. Actualmente trabaja como profesora de dibujo y pintura en la Academia Taure, en Barcelona. Esta será su primera exposición individual, donde combina su intención narrativa con visuales más suaves, inspirados en la ilustración japonesa y la obra de Gauguin.