La muestra presenta fotografías donde el texto surge tímidamente, fundiéndose con la imagen. A causa de las estrategias de camuflaje que se utilizan, invita al espectador a pararse y a observar, para descifrar las palabras, que despacio se van descubriendo dentro de la misma imagen. Sistemas de autodefensa, telas que se mueven con el aire que corre por la sala... Puede parecer el testigo de alguien que está presenciando un mundo que se acaba, aunque no por eso dejaremos de disfrutarlo. Sastre, nos presenta un ejercicio de simbiosis con el ecosistema (visual y natural), que no se deja ver. Los elementos naturales y las frases camufladas son un pretexto para invitarnos a observar y proteger el entorno con atención. No se trata de leer las imágenes, sino de aprender a mirar como mira una langosta.