En las escrutadoras e inquisidoras miradas de las pinturas de Agustina, están presentes los mismos interrogantes implícitos en la constante búsqueda de Diego, quien recolecta hierros viejos en la esperanza de dar forma a una obra tal vez contenida en la unión (predeterminada ?) de esas piezas.
AGUSTINA GONZÁLEZ ACHÁVAL
Córdoba, 1986
Cierro los ojos. Observo. Me abruma la inmensidad y el silencio atrapa mis sentidos, la difusa oscuridad entre transparencias de colores permiten develarla, la miro, me acecha; sin nombre.
Espejismos móviles en un mar revuelto y manchado. Pura, sin rostro, surge del silencio profundo, se muestra desde acuosos matices y penetra con suspiros de identidad entre la compleja bruma de espumosos tintes. ¿Quién se acercó al mar? ¿Quién se esconde entre secretos reflejos de refracciones lumínicas? Sin nombre, la miro, se mira, se busca, se observa.
Rescate de una identidad muda, ecos alquímicos de una...mirada curiosa y tranquila que yacen allí en la fosa de utópicas especulaciones.
Una artista, se asomó al abismo. Y descubrió espejismos mágicos de un yo incierto; me vigila. Observo, me observa.
DIEGO CÉSAR GUTIÉRREZ
La rápida ausencia de los momentos de inspiración, se ven reflejados en la búsqueda de otras variantes; recolectar viejos hierros para completar o imaginar que... algún día… algún día van a ser útiles para algo,... para la creación.
En algún sentido conozco los lugares que transitan estas obras, entienden el cansancio, llevan su casa entre los hombros,…
No son nuevas respuestas para enfrentar una crisis, se trata de retomar la estrecha intimidad entre el hombre y el que hacer con el producto de sus vidas...
Imágenes de la Exposición
Diego César Gutiérrez
Entrada actualizada el el 24 mar de 2017
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