Descripción de la Exposición En su primera individual en España Davide Zucco (Belluno, Italia 1981) presenta un proyecto claro y característico que es una declaración de intenciones de su visión del mundo. Todos los trabajos presentados están realizados sobre papel, una elección que recalca la idea de escribir a través de imágenes, que no nos dirigen a unas soluciones didácticas o funciones prescritas sino más bien a demostrar una tesis de forma inductiva (de lo particular a lo universal). Como contexto, tenemos la experiencia y el reconocimiento de una realidad todavía dominada por las leyes de la Naturaleza, que se opone al exasperado antropocentrismo de la modernidad, y la prevaricación de la humanidad sobre los animales y la vida vegetal que lo rodea. A esto, Zucco opone una perspectiva que trasciende la contingencia de una visión del mundo y la historia llena de pánico, caracterizada por las transformaciones inducidas mediante la energía animada de todas las cosas, y regulada por los ciclos esenciales de la naturaleza. Los sujetos hipnóticos y radiantes de las pinturas son formas arquetípicas que nacen de símbolos atribuibles al subconsciente colectivo; el brillante cromatismo que los modela representa la energía que alimenta la vida. En el título 'Colores incendiados' se refiere a esa dinámica donde el fuego, que consume y regenera, es el elemento de vida y muerte, que ilumina y protege. Zucco trabaja en la definición de una cierta cosmología que da cuerpo a la dialéctica de opuestos, su fatal coexistencia y su reciproca dependencia, en nombre del determinismo monoteísta que se opone al conflicto de dualidad. Así, la transformación de la sangre del rojo al negro, que incluye en el título, proyecta la perspectiva terrenal del universo, donde el negro recuerda el tema del espacio exterior. En el trabajo expuesto, los ojos son un elemento recurrente que cumple con el rol de conexión y equilibrio estructural entre objetos. Son sinopsis que conectan las fibras de la imagen y cambian la relación entre el observador y el objeto observado. El espectador es, en consecuencia, actor; y el trabajo observado se convierte en sujeto que observada del mundo fuera de si mismo, casi como si se situara en una dimensión paralela a lo visible. Estos dinámicos conceptos encuentran coherencia en los aspectos procesuales de la técnica, que se convierte en física a la vez que en ejercicio intelectual; el uso del óleo prevalece, contaminado con técnicas mixtas así como con la disciplina de un miniaturista, espaciada y rítmica, por la obsesiva repetición de módulos preordenados. La metódica atención al detalle induce a una doble lectura de la perspectiva de las pinturas, microscópica y macroscópica, sugiriendo un paralelismo con los organismos biológicos, compuestos por elementos estructurales, átomos, células y moléculas. En conclusión, es obvio que definir el trabajo de Zucco como pinturas figurativas podría ser inapropiado, su trabajo es una síntesis formal que nos lleva a una abstracción de la realidad que reactiva profundos y escondidos aspectos, invisibles al ojo e irreductibles a la forma y representación de un dato real.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España