Descripción de la Exposición En esta ocasión, Bermejo trae el paisaje al espacio cerrado de la mano de técnicas mixtas realizando un trabajo pictórico y espacial. Las obras de Bermejo se caracterizan por la diversidad de su método y por la originalidad de sus formas, sus ya tradicionales cajas de luz no faltan en esta muestra. Sin embargo en esta ocasión se trata de una creación mucho más variada, que dialoga consigo misma a través del uso de la luz, de piezas audiovisuales, de pintura y de escultura. De esta forma Bermejo aprovecha todos los recursos posibles para plasmar lo orgánico, la naturaleza y su riqueza, de una forma sutil y sugerente que nos remite a la contemplación de un paisaje. El misterio está siempre presente, las luces y las sombras nos dejan algo oculto que el espectador descifra por sí mismo y que le convierte en partícipe de la pieza, en un cómplice del artista. Lo desconocido se convierte en algo casi espiritual, pues en esta interacción entra en juego también la invasión del tiempo y del espacio. Las flores crecen en el interior de un modo que parece natural y posible. Su pintura interactúa con las propias paredes convirtiéndolas en parte de la pieza y jugando con el vacío. Sus cajas de luz vuelven a ser ventanas a lo desconocido, a esa vista misteriosa de lo oculto y efímero como una sombra. Todas estas puertas se abren para mostrarnos un oasis que nos incita a mirar dentro de nosotros mismos.