Descripción de la Exposición La escultura en bronce en las colecciones reales españolas es una de las menos conocida por el gran público. La colección se inicia con la dinastía de los Austria, siendo especialmente relevantes los reinados de Felipe II y Felipe IV, quienes en muchas ocasiones reciben estas piezas como regalos diplomáticos o legados de nobles, aunque también hacen algunos encargos y adquieren otras para decorara sus palacios. Con la llegada de los Borbones a comienzos del siglo XVIII se produce un cambio de gusto en la corte que se refleja en todos loa ámbitos palaciegos y se plasma en las preferencias artísticas de Felipe V. En las últimas décadas del siglo XVIII Carlos IV realiza importantísimas adquisiciones de todo tipo de obras de arte, pero muy especialmente de bronces. De este modo la colección de pequeños bronces de Patrimonio Nacional se puede comparar por su cantidad y por su calidad con colecciones tan conocidas como las de Florencia, Viena, Munich, Londres o París. En esta exposición se hace un recorrido por la colección de escultura en bronce dentro de las colecciones de P. N. a través de los diferentes reinados, explicando los gustos de cada época, en función de sus circunstancias históricas y las ideas estéticas, vinculando las piezas con otras manifestaciones artísticas como la pintura, los grabados o libros impresos. La mayoría de las obras proceden de Patrimonio Nacional, aunque también se incluyen piezas que pertenecieron en su día a la corona española, y que ahora están repartidas por otros museos nacionales y extranjeros. Algunas piezas actualmente forman parte de colecciones como el Museo del Prado, el Museo Arqueológico Nacional o la Real Casa de la Moneda de Madrid. También prestan obras museos y colecciones del extranjero como el Detroit Institute of Arts, la Biblioteca Nacional de Francia, la Bibliothèque Royale de Belgique, o el Castillo Sforzesco de Milán.