Descripción de la Exposición
“¿Hay un método para encontrar la investigación?
¿Hay un laboratorio para crear el descubrimiento?
¿Cómo se inventan el invento?
¿Quiénes son los genios que pueblan el país de las maravillas?
¿No es el comienzo de las cosas algo que oculta las cosas?
Me gustaría dar sentido al método que gobierna nuestros sentidos.
¿Qué hace a algunas personas salir de sus cajas?
¿Alejarse de sus aldeas?
¿Empujar las puertas de ciudades lejanas?
¿Qué fuerza a algunos a merodear por las fronteras?
¿A desafiar el fuego de las llamas y rasparse con las espinas de las torres prohibidas?
¿Por qué todavía se enfrentan tantos a desiertos, mares y océanos más allá del horizonte?
Nadie sabe por qué algunos nacen en el sur y otros en el norte,
nadie será capaz de decir por qué estamos aquí y no en otro lugar, ¿verdad?
¿Alguna vez conoceremos la causa de las conquistas?
¿Algún día conoceremos el propósito de nuestras ambiciones?
¿Seremos alguna vez humanos?
Derrotar el mal es amansar al animal que duerme en nosotros y
sólo un hombre de verdad ganará nuestras batallas.
Bossa Bossa simplemente de camino a las próximas luchas”.
pmt@ Gante, 21 de diciembre de 2019
Con estas palabras presenta Pascale Marthine Tayou (Nkongsamba, Camerún, 1966) su primera exposición individual en una galería de arte en nuestro país, un proyecto comisariado por Fer Francés en la Galería Javier López & Fer Francés en colaboración con Galleria Continua. La muestra se inaugurará coincidiendo con una nueva edición de ARCOmadrid, un momento de especial relevancia en la actividad cultural de la ciudad que acoge la feria.
Bossa Bossa trae a nuestro espacio expositivo una serie de obras recientes junto con otras realizadas in situ, dando lugar a un proyecto instalativo e inmersivo como los que caracterizan la labor de este creador que se define a sí mismo como explorador. La expresión del título significa “victoria, victoria” y se refiere a una especie de grito de celebración y ánimo dicho por migrantes africanos cuando consiguen traspasar las vallas que les separan de Europa y que es respondido y repetido por aquellos que todavía están al otro lado de la frontera.
De formación autodidacta, Jean Apollinaire Tayou abandonó sus estudios de Derecho para dedicarse a la creación plástica y adoptó los nombres de pila de sus padres feminizándolos con la terminación en “e” para distanciarse de una forma irónica de la importancia que se le confiere a la autoría y a la atribución de roles masculino y femenino, lo que también se puede aplicar a cualquier reducción a un origen geográfico o cultural específicos.
Desde comienzos de los años noventa trata de reflejar sus experiencias como observador de diferentes modos de vida, de la complejidad de las relaciones humanas - en ocasiones condicionadas por las crisis políticas, económicas y sociales de su entorno -, del medioambiente y el impacto de la mano del hombre sobre la naturaleza, de las diferencias culturales entre África y Europa, de los flujos migratorios, de la confrontación y necesaria integración de contrarios (riqueza - pobreza, poder - sumisión, vida - muerte, belleza - peligro, pureza - corrupción).
Nos encontramos ante un artista multidisciplinar y prolífico que se expresa a través de los más diversos materiales, soportes y formatos: esculturas, instalaciones, fotografías, dibujos, vídeos,… adoptando una estética de acumulación basada en la reutilización de objetos de la vida cotidiana urbana recogidos durante sus viajes; objetos ya utilizados, abandonados y desechados por la sociedad de consumo, a los que da una nueva vida, dignificándolos, invirtiendo el proceso de degradación y confiriéndoles de algún modo un aura espiritual, sublimando los residuos como experiencia estética.
Actualmente vive y trabaja entre Bélgica y Camerún, por lo que combina referencias a sus orígenes africanos con elementos de sus vivencias europeas, destacando su capacidad de compromiso con una realidad en permanente cambio. Mezcla en hibridaciones múltiples el pasado y la identidad tribal, la idea de aldea global y los vestigios del poscolonialismo tardío, habla de lo local y subjetivo con una crudeza crítica y un poder de síntesis poética universales y contemporáneos. Sus instalaciones heterogéneas, coloristas, monumentales y energéticas son como cuadernos de viaje a gran escala.
Bossa Bossa se plantea como una exposición de carácter museístico por sus dimensiones y concepto. En ella encontraremos algunas de sus imágenes más emblemáticas, como la Colonne Pascale: un icono de la rutina doméstica formado por cacerolas apiladas a modo de tótem, como en la columna sin fin de Brancusi. Estos útiles caseros son un símbolo de protesta al igual que los adoquines de Colorful Stones, que remiten a épocas de agitación social y conflicto contra fuerzas del orden y anti-revolucionarias. Las composiciones realizadas con tizas de colores evocan el mundo de la infancia, las Poupées Pascale están a medio camino entre la talla popular y el souvenir, frágiles y robustas al mismo tiempo, como sus Masks y como las esculturas de madera de Labyrinth Colonial.
La obra de Tayou se ha dado a conocer a un amplio público internacional al haber sido incluida en eventos artísticos tan importantes como la Documenta 11 de Kassel en 2002 y las Bienales de Venecia (2005 y 2009), La Habana (1997 y 2006), Sao Paulo (2002), Estambul (2003) o Dakar (2018), entre otras. Además, expone en museos en todo el mundo, desde la Serpentine Gallery de Londres (2015) al MACRO de Roma (2012), Mudam Luxembourg (2011), Malmö Konsthall en Suecia (2010), S.M.A.K. de Gante (2004). Forma parte de las colecciones de la Tate Modern en Londres, el Centre Pompidou de París, la National Gallery of Victoria… En nuestro país su trabajo se ha podido ver en el CAC Málaga (2016) y en la Fundación NMAC de Cádiz (2006).