La artista peruana Isabelle de Kergal retrata a París, no sólo como la ciudad de las luces, sino como una metrópolis plural llena de rincones ensoñadores que le permiten jugar con colores característicos y expresivos a la vez que descubre, con admirable vigor, sentimientos profundos y bellos reflejos de la realidad. París es muy especial para la artista, pues durante muchos años vivió allí y por eso mantiene un arraigo sentimental muy fuerte. Desde parques y calles con sus cafés, braserías y terrazas hasta la representación de los edificios más icónicos de la capital francesa, la visión que nos ofrece la pintora es vitalista y cambiante sin caer en lo típico ni en una visión turística, sino todo lo contrario, proponiendo puntos de vista originales y con una interpretación que sorprende por su colorido y atrevimiento.