Ignacio Algarín nos muestra en “Boletus” su última serie de pinturas. Con una paleta explosiva de color que actúa como fondo, el artista interviene -a modo de grafomaníaco- toda la superficie con letras independientes o formando palabras.

De esta “literatura plástica” con espíritu lúdico hace el pintor sevillano su discurso personal. Dentro del campo de la investigación plástica Algarín hace un uso casi sarcástico del medio pictórico y reivindica su justa parcela en el arte contemporáneo, se aleja de las propuestas forzadas de la “ultramodernidad” porque agrandan el profundo vacío artístico avalado por el mercado del arte. Ignacio Algarín se mantiene libre de las garras condicionadoras de dicho mercado sin dejar de experimentar con diferentes medios como el digital, del que es conocedor desde hace ya tiempo y que se intuye de alguna manera en su obra pictórica. Sus obras ... se acercan al expresionismo pero sin renunciar a su personal tratamiento del ejercicio pictórico. Ignacio propone no solo superficies donde la palabra casi siempre cargada de ironía se encuentra con el color, sino toda una serie de acontecimientos personales que permanecerán como diario gráfico en la memoria de cada obra.