Descripción de la Exposición En la muestra 'Boicott Limit' se reúne una recopilación de trabajos fotográficos y documentales que comienzan a partir de la primavera del 2006. La serie compuesta por una serie de fotografías, donde se centra en documentar el difícil proceso de adaptación de una comunidad Rumana afincada en la ciudad de Motril y en el contexto de su trabajo en las labores de la agricultura bajo el plástico de los invernaderos. Se contempla un testimonio directo de cámara en mano con la realización de fotografías de prensa, fotografías en el más sentido pensamiento vouyerista, persecutorio, de espía indagador. Son fotografías en formato documental, que nos dan una información visual acerca del acontecimiento. Es importante destacar el uso del blanco y negro como gesto político de respeto y como signo de neutralidad descriptiva. Las imágenes huyen de elementos efectistas y es sustituido por una mirada testimonial y verídica, ausente de color. Rostros de otros tiempos que se envejecen tras la atenta mirada del espectador, de ojos agobiados por tristeza acumulada en tiempos difíciles y sonrisas infantiles que a su vez hacen aún más marginal y más cruel su desgarradora imagen. Fotografías que no necesitan de un título, ellas tienen la capacidad de expresarse por sí mismas. Solo importa el año en el que fueron realizadas, pues es un acercamiento atrás en el tiempo comparable a la España que dejó tras de sí la Guerra Civil Española, el momento gris de su historia. Son todas las retratadas personas igualadas por su tragedia y ennoblecidas en su condición humana. Este testimonio visual de la clase trabajadora Rumana es la columna vertebral de la muestra. Imágenes dignificadas, encuadres equilibrados hacen del retratado un personaje digno, y a su vez nos ofrece el lado más humano de la fotografía. El espacio impone condiciones, pero ya no importa, un cúmulo de cajas embaladas y amontonadas aplasta la sala, llevando al espectador al agobio absoluto, que ausente se pasea por una maraña de información que se derrama por el espacio para trasladarlos al lugar de representación. El amontonamiento de las cajas funciona a modo de instalación. La muestra la completa un vídeo documental cómplice de la mirada del fotógrafo espía, es un testimonio que nos habla de la situación a ambos lados de las fronteras territoriales Rumania-España, comparaciones, diferencias. La exposición combina Instalación, documentos fotográficos, vídeo documental, en definitiva una Documenta en la ciudad de Almería que se hace partícipe de las tendencias artísticas actuales. José Luis Lozano --------------------------------------- ESTE LUGAR No, la cámara y el objetivo que aquí se utilizan no se pueden mejorar en el mercado de los últimos avances tecnológicos, aunque esperemos ansiosos las novedades durante años. El mercado no va a seguir siendo la solución para todo. Aunque podrían continuar su evolución paranoica las ametralladoras de captar imágenes, los ilimitados cañones de vigilancia masiva, los monitores donde contemplar la irrealidad, otro tipo de cámaras sin automatismos y de objetivos sin lentes nos serán necesarios para dejar de asistir pasivamente a un inasumible discurrir de la vida que se nos presenta como irrevocable. Desde los comulgatorios de los panes y los vinos del olvido ya no nos van a servir los mismos dioses que enardecen las diferencias y obvian los cuerpos bajo el oleaje de los consecutivos mares: oscuridad sin retorno bajo el peso inseparable del color de una piel. Bajo el sol agigantado por cada partícula de plástico. Bajo la vengativa marea del cielo blanco de los más blancos. Bendice señor estos alimentos que robaste con nosotros... Este lugar, a modo de santuario quisiera ser un refugio levantado con los tejidos de unas primeras tierras. Un refugio, a pesar de todo, entre arenas movedizas y embates de olas: un refugio proyectado por el deseo, sobre brumas que pasan o se quedan por dentro. Paredes quizá de nada construidas como signos. Proyecciones de luz que gritan el lenguaje de esos signos para quien no los puede oír. Salas de espejos fantasmagóricos para quien no soporta más su propia imagen que le habla en términos y razones que ya no entiende. En otro tiempo al comer los alimentos de la tierra se creía que de alguna manera éstos transferían también parte de una memoria. Hoy la esclavitud del siglo XXI se hacina entre límites indeterminados o casi secretos como ya lo hiciera en el vientre y los remos de los galeones y en los primeros campos que reconstruían la triste historia de nuestra dignidad y nuestra riqueza. Todas estas cajas de plástico que ahora delimitan otro nuevo mundo son un fragmento de esa extensión ilimitada, de membranas, desde las que se te dicta y se te espía: las puedes adornar con amuletos y abalorios, con fotografías de lo que más crees querer, con fetiches o acumulaciones. Puedes ofrecerte en sacrificio en los reality show, cerrar los ojos y no quererlos abrir: hagas lo que hagas no todo será igual, ni el dolor, ni las soledades, ni los vacíos, ni los recursos de reparación. Este lugar sabe que no son necesarios refugios sino atalayas desde donde contemplar que no existe un único cosmos, aunque pueda parecerlo desde cada rincón de la residualidad. O desde la omnipotencia que es la realidad de quien cree estar más allá de lo humano. Desde la deriva en unos u otros mares, en unas u otras simas de normalidad cada cielo es un artificio que abre a otro, que abre a otro, aunque ruja y mate o sostenga en el justo aliento de la producción y la reproducción. Desde la deriva en 'El Sistema' anhelar como futuro que todo siga igual sería el principal síntoma de que una era o una vida se extinguen. Y las sirenas del sistema nos cantan, incesantes, a manera de nana, que todo va a seguir igual. Aunque ya no pensemos en atarnos a mástiles de barcos sino en sumergirnos en la metáfora del caballo de Troya y desde nuestra insignificancia ¿Invadir? ¿Desestabilizar? ¿Abatir? ¿Hacia donde? El gran éxito de los generales de esta nueva guerra, contra lo disparatado y obsceno de las florecientes economías, es que nos convirtieron a nosotros mismos, sus ensimismados soldados, en el real enemigo de cuanto a ellos pudiera amenazar. ¿De qué seremos los nuevos reporteros? ¿Ante que nuevo glamour nos abalanzaremos como hambrientos paparazzis? ¿Coleccionaremos instantáneas de la desigualdad y la desgracia para mitigar algún rastro de culpa? ¿Nos arriesgaremos alguna vez a abandonar el viaje organizado, más allá de nuestras cristianas fronteras? ¿Superaremos el ataque de pánico, ante la fantasía -cosida en nuestra carne- de que en la oscuridad de los desposeídos, nuestro doble caníbal, espera desde siglos la oportunidad de devorarnos? Alfonso Masó Guerri Profesor Facultad Bellas Artes Granada
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España