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Blanca Gala define sus creaciones como el resultado de un 'impulso controlado', en la que aparece una 'tensión más espiritual que física, con una gran carga lírica'. No obstante, la artista cordobesa puntualiza que la realidad tiene un peso muy importante en el trazo de sus lienzos. Unas obras en las que dota, de especial importancia, a las atmósferas, la vibración de las luces, el cromatismo y el movimiento. Por lo que respecta a sus fuentes de inspiración, Gala afirma que sus obras son el resultado de un proceso de introspección 'basada quizás en la contemplación de la naturaleza, la curiosidad por el ser humano o la belleza muerta'. Y es en los paisajes marinos en los que la pintora cordobesa encuentra su objeto ... fetiche.

Muy interesada por el dibujo desde la infancia, Blanca Gala accede después al mundo de la pintura en su etapa adulta, a la vez que desarrolla su actividad profesional: el periodismo. Esto explica su visión de la pintura como 'la búsqueda de un resultado final que me sorprenda a mí misma, sin que haya nada preestablecido' antes de abordar un lienzo. De formación prácticamente autodidacta, Blanca Gala ha expuesto su obra en diferentes espacios durante los últimos veinte años. Su primera muestra se realiza en la desaparecida Librería-Galería Carmina Abril de Madrid, en 1986. Otros espacios en los que ha mostrado sus creaciones son la Galería Toisón (Madrid, 1992), el Ayuntamiento de Fuenteovejuna (Córdoba, 1995), en el Colegio de Peritos en ingenieros Técnicos Industriales de Madrid (1994, 1995 y 2007) y en Centro Cultural Fernández de los Ríos (Madrid, 2007).