Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- 'Los dos caballos se me aproximaron y me miraron la cara y las manos con gran interés. El rucio restregó mi sombrero todo alrededor con el casco derecho y lo descompuso de tal modo, que tuve que arreglarlo, para lo cual me lo quité, volviendo a ponérmelo luego. A él y a su compañero 'que era bayo oscuro' pareció causarles esto gran sorpresa; el último tocó la vuelta de mi casaca, y al encontrarse con que me colgaba suelta por encima, hicieron los dos grandes extremos de asombro. Me acarició la mano derecha con señales de admirar la suavidad y el color, pero me la apretó tan fuertemente entre el casco y la cuartilla, que me arrancó un grito; desde entonces me tocaron con toda la dulzura posible. Les producían perplejidad enorme mis zapatos y medias, que palparon muchas veces, relinchándose uno a otro y haciendo diversos gestos no desemejantes de los que hiciera un filósofo que intentara explicarse algún fenómeno nuevo y difícil de entender... El fragmento anterior, extraído de Los viajes de Gulliver de Swift, es una descripción acertada de los extraños encuentros que tienen lugar en las pinturas de Alison Erika Forde. Al igual que las islas que descubre Gulliver, el mundo de Forde es un lugar en el que se ha dado un giro completo al statu quo aceptado, y las divisiones entre hombre y bestia se han desvanecido. En el caso de Gulliver, el país de los Houyhnhnms está dominado por una raza inteligente de caballos, que han construido una sociedad completamente basada en la razón y el sentido práctico. Los Houyhnhnms de Swift no tienen ninguna palabra para describir la mentira, y la guerra es para ellos un concepto extraño. Sin embargo, esta sociedad en apariencia idílica carece de emoción; nadie tiene nombre propio y jamás se expresan, ni aparentemente se experimentan, sentimientos más allá de la cortesía y la buena educación. Seres híbridos -personas que parecen animales y animales que parecen personas-, llenan la obra de Forde; el suyo también es un mundo en el que los osos se pueden probar pelucas, en el que los enanos viven separados en muchedumbres, en el que archipiélagos completos están llenos de niñas perturbadoramente parecidas abandonadas a su suerte. Gran parte de la obra de Forde reside en un incómodo vacío. En just a peeping tom, unas manos con las uñas pintadas de color rojo separan la densa maleza para dejar entrever una multitud de niños y niñas que duermen tranquilamente. Vestidos con ropa interior blanca y aparentemente sin ningún reparo por el hecho de estar parcialmente desnudos, el grupo de niños plácidamente adormecidos en el claro del bosque forman una escena paradisíaca, pero no están solos. Unas huellas parecen haber cruzado la superficie del cuadro y somos nosotros mismos los que miramos la escena desde la perspectiva de la persona con las uñas rojas. Congelado en el momento del descubrimiento, el encuentro es tenso e incierto. we never liked that red well recuerda a los acontecimientos afectados de un sueño. Perros sin cabeza se arremolinan en torno a un pozo del que parece que fluyen globos de helio con forma de cabeza de perro. Una figura corre hacia el pozo haciendo gestos con las manos, mientras cuatro niños con semblante mezquino que sostienen un globo con cara de perro parecen darse a una fuga estática sobre un caballo de juguete. Nos quedamos inquietos y desconcertados; los límites habituales dejan de ser estables. No tenemos la certeza de qué es un juguete y qué está vivo; los niños parecen extrañamente adultos y su caballo de huida parece anclado al suelo. Forde parece deleitarse con estas incertidumbres. Sus figuras raras veces son fáciles de leer; combinan y confunden rasgos humanos, animales y míticos. Las asociaciones que hace Forde con estas criaturas son deliberadamente ambiguas o fusionadas; un gigante puede ser amable o cruel, un oso adorable o peligroso. Esta mezcla de rasgos residuales crea una atmósfera de incertidumbre; no nos encontramos en un mundo bien delimitado de bien y mal. Combinados con las escenas que retrata, los momentos de silencio justo antes o justo después, cuando todo está claro pero no hay nada que hacer, los mundos de Forde se convierten simultáneamente en idílicos y siniestros. Los viajeros deben tener cuidado; algo podría enseñarles los dientes o romper a llorar en cualquier momento. A pesar de trabajar mayoritariamente en dos dimensiones, la manera de enfocar la pintura de Forde roza los límites de lo escultórico y raras veces crea un plano de imagen horizontal. Gran parte de su obra está interrumpida por el objeto encontrado, que proporciona la base y a menudo el fondo de la obra. Goldilocks se ha pintado sobre un trozo de madera de formas extravagantes, the trouble with boys utiliza una tela de rayas blancas y negras como lienzo y el paisaje de sueño agrio de we never liked that red well no se ciñe al perímetro del marco del cuadro. Estas rupturas sirven para que las pinturas de Forde se conviertan en objetos físicos y sus cuentos oníricos devengan todavía más relevantes, arraigados, de lo que son, por la realidad mundana de lo cotidiano. Los viajes de Gulliver fueron fuertemente censurados cuando se publicaron por primera vez. A la imprenta, la sátira de Swift le pareció demasiado peligrosa para ser publicada íntegramente, por lo que se añadió material en defensa de la reina Ana, como medida de precaución. Pero como afirmó un crítico de la época, una vez publicados, Los viajes de Gulliver eran leídos 'tanto en el consejo de gabinete como en la guardería'. Era una historia popular y atractiva, que trataba sobre la hipocresía y las desigualdades de la sociedad inglesa. Las obras de Forde tienen una estructura similar; su aspecto ingenuo camufla una lectura crítica y un compromiso más amplios de su obra. A primera vista, pin the tail on the... es un juego de salón estridente y con una estructura descabellada. Un burro que lleva un sombrero de flores tira con los dientes de la ropa interior de una figura femenina, mientras el pelo de ella es pellizcado por el índice y el pulgar de un gigante con sonrisa burlona. Sin quererlo, el pie del gigante está a punto de aplastar a un pequeño bebé elefante, y otra figura femenina está sentada sobre los hombros de un oso antropomórfico, al cual le cubre los ojos con las manos. Al igual que una caótica escena de patio de recreo, pin the tail on the... incorpora juegos infantiles como Ponle la cola al burro y La gallinita ciega, y los combina con los aspectos menos inocentes de las interacciones infantiles, como los tirones de pelo o de la ropa. Forde utiliza cosas de niños, como juguetes, juegos y cuentos de hadas, y se aprovecha de su familiaridad, poniendo en entredicho su significado. En este sentido, Forde sigue una trayectoria similar a la de la escritora feminista Angela Carter, en cuyas obras tomó conocidas fábulas y las presentó desde otra perspectiva. Un compendio de las historias de Carter se adaptó a la gran pantalla, en la película En compañía de lobos (título original: The Company of Wolves), basada en la historia de Caperucita Roja reconvertida en cuento de liberación sexual. En una de las historias, una mujer se encuentra en el bosque con un apuesto cazador que la desafía, diciéndole que puede encontrar antes que ella el camino hasta la casa de su abuela y que, en caso de conseguirlo, ella deberá premiarle con un beso. Ella acepta el reto y ambos emprenden el camino a través del bosque. Él llega primero a la casa de la abuela, pero las apariencias engañan, se transforma en lobo y se come a la abuela de la chica. La muchacha llega a la casita de campo y se encuentra al cazador en la cama de su abuela. Es consciente de que está en peligro, pero le da el beso que le debe. Ella se rinde a sus deseos y encuentra el amor en lugar de la muerte: '¡Mirad! Ella duerme, dulce y profundamente, en la cama de la abuelita, entre las zarpas del tierno lobo.' Al igual que las de Carter, las obras de Forde a menudo se centran en una protagonista principal femenina y hacen referencia a las relaciones entre los sexos. Pero aunque las obras de Forde confunden las expectativas de una forma parecida, son menos resolutivas y menos directas en sus moralejas. Las pinturas de Forde, como the trouble with boys, que retrata a un antagonista femenino y a los desdichados niños que sufren en sus manos, a menudo te dejan con la duda de al lado de quién se supone que debemos estar. Esta dualidad se refleja en las representaciones de la raza de Forde, así como en la feminidad. Los rasgos exagerados de algunas de las figuras de pin the tail on the... recuerdan a los estereotipos racistas de los legendarios dibujos animados de Betty Boop, pero Forde crea figuras que nos hacen ser conscientes de la forma en que se enmarcan las imágenes. Admiradora de la artista afroamericana Kara Walker, las actitudes de Forde respecto a la raza son comparables... 'Sabía que si hacía obras que tuvieran que lidiar con los problemas raciales, iban a estar llenas de contradicciones. Porque siempre he tenido la impresión de que lo que ocurre en este país en realidad es una historia de amor; una historia de amor con esta idea [de problemas raciales], con la noción de un importante conflicto que se debe superar y tal vez un temor de lo que suceda cuando se supere. Y, por supuesto, estos problemas también se traducen en [lo] más personal: ¿Quién soy más allá de esta piel en la que me encuentro?' La obra de Forde trata cuestiones complejas a través de metáforas visuales fascinantes. Al igual que la obra de escritoras contemporáneas como Angela Carter o Margaret Atwood, o de artistas como Kara Walker, Forde reconfigura las historias como futuros, colocando lo familiar junto a lo fantástico e invocando lo tradicional, o imágenes y tropos estereotipados, con el fin de revalorizar los prejuicios y las normas sociales.
Alison Erika Forde se graduó con honores (BA- Hons) en la Facultad de Bellas Artes de la Manchester Metropolitan University en 2008 donde también ganó el premio British Airways Student Prize.. Entre sus exposiciones recientes destacan How we work en Blackburne House en Liverpool y Not at this address at Bury Museum and Art Gallery , además de su individual Smotherland en The International 3 en Manchester. Su obra ha sido expuesta en Preview Berlin (2008), Volta5, Basel, The Manchester Contemporary and VOLTA New York. Durante este 2010 su obra será presentada también en la prestigiosa feria Nada (Miami). Su obra está presente en the Olbricht Collection además de en importantes colecciones privadas de Alemania, Austria, Suiza, Holanda, EE.UU. y el Reino Unido Alison. Erika Forde crea obras que se basan en los sueños y los recuerdos de experiencias pasadas, es en estos escenarios, oníricos y fantásticos donde coloca a sus personajes, con un primer aspecto naïf y amable que desaparece en cuanto se observa la obra con detenimiento, esta sugerida alegría de cada obra esconde una idea de ansiedad, peligros y miedos de unos personajes que se enfrentan a situaciones extrañas, incómodas o irreales presentando un mundo encantador pero a la vez malévolo. En su obra podemos ver la influencia de las novelas gráficas, las tiras cómicas, el street art y las tendencias kitsch. El objeto encontrado es fundamental también en su corta carrera, marcos, trozos de madera y otros materiales son el punto de partida de muchas de sus obras. Esta exposición además representa un nuevo paso en la carrera de Forde, justo después de realizar su primera exposición individual, realizada en The International 3 (Manchester), abre el trabajo de esta artista a una nueva investigación centrada en la generación de una obra más objetual pero con la misma fuerza e imaginación de la obra anterior.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 16 nov de 2024 - 17 nov de 2024 / Bizkaia Aretoa / Bilbao, Vizcaya, España
La mirada feminista. Perspectivas feministas en las producciones artísticas y las teorías del arte