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Más de 100 belenes de más de 20 países de los cinco continentes, realizados con todo tipo de materiales y mucha ilusión, para celebrar que la Navidad llega para todos.

La tradición del belenismo comienza ya en el siglo II de nuestra era, si bien no se popularizó según la tradición hasta mil años más tarde, cuando en 1223 Francisco de Asís organizó el primer belén, en este caso viviente. Las primeras figuras de Belén de las que se tienen constancia son las realizadas en mármol por Arnolfo di Cambio en 1289, las cuales pueden contemplarse en Santa María la Mayor de Roma. La tradición del belén está basada en las narraciones del nacimiento de Jesús en los evangelios de Mateo y Lucas y sobre todo en detalles aportados en los evangelios apócrifos ... (no reconocidos por la iglesia católica).

En España, introducidos por la orden franciscana se realizan belenes desde el siglo XV, conservándose uno magnífico del siglo XVI construido en Coral, en las Descalzas reales de Madrid, si bien su mayor impulsor fue Carlos III, quien encargó más de 200 figuras.

La exposición de belenes del mundo nos presenta 104 versiones del nacimiento; provenientes de Europa contamos con belenes alemanes, austriacos, checos, franceses, italianos, polacos portugueses y por supuesto españoles. América está representada en belenes provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, USA, Puerto Rico y Venezuela. África también conserva esta tradición como podemos observar en los belenes de Burkina Faso y Kenia presentados y hasta lo más recóndito de Asia celebra la Navidad en esta exposición con belenes de Bangladesh, Filipinas, China, Israel, Nepal y Taiwán.

Para construir los belenes, se emplean todo tipo de materiales tales como cristal tallado, plástico tallado, madera, rafia, piedra, metales, jabón, pasta de papel, cerámica, plastilina, barro… lo importante es tener ilusión.