Se dice que no hay palabras para vender la belleza de algunos instantes en ciertos parajes. No cabe duda que la exposición que hoy tenemos ante nosotros trata de esta emoción, por cuanto la mirada singular del fotógrafo Jesús Formigo nos traslada inevitablemente a una pluralidad de paisajes que convergen y se abrazan. De ahí que hayamos sentido este 'Oleaje de sierras' como verso del poeta José Luis Puerto y como título de la muestra del espléndido trabajo de Jesús Formigo. Las sierras de Béjar y Francia dan fe de espacios tan hermosos como cercanos, tan hondos en la mirada como en el reflejo de la vida que poseen. Es verdad que era una exposición esperada y también un reto.

El fotógrafo ha trabajado a pie de campo a lo largo y ancho de caminos, senderos, repechos, montañas y valles a través de ... las cuatro estaciones también. Difícil y espectacular, la obra de Formigo ha durado un año pero podríamos decir que viene de siempre por cuanto nos enseña desde su personalísima mirada el espejo de una madresierra que nos atrapa como salmantinos. Ese es el objeto de esta muestra de la que el Departamento de Cultura de la Diputación quiere hacer partícipe al espectador allí donde el espectador quiera encontrar su propia mirada.

La muestra de este 'Oleaje de sierras' no sólo abre las puertas en la sala de exposiciones de La Salina en Salamanca, sino que se suma, desde ahora, como patrimonio de otras exposiciones itinerantes por la provincia de Salamanca. De esta forma la fotografía toma el pulso de la cultura y de la vida en el mismo paisaje que lo hace posible, que lo detalla y lo envuelve y lo abraza y lo identifica.

Sólo deseamos que quien se acerque hasta esta mirada haga suyo el gozo de percibir el mensaje singular de Formigo y aproxime la razón de tanta belleza hasta la sensibilidad del respeto a la naturaleza que en ella se encuentra.