Descripción de la Exposición
Ana Arsuaga: la presencia
Ana Arsuaga retrata con la libertad, la nitidez, el atrevimiento y el colorido de quien reinterpreta y pone al día preceptos del arte pop contemporáneo. Reúne las presencias de su mundo personal, figuras de amigos y familiares acompañados de algún detalle que realza el valor connotativo del personaje y nos proporciona la inspiración para la historia que habremos de inventarles. Por ello imaginamos narrativas abiertas a partir de unos palillos chinos, una flor o una pequeña planta, por ejemplo. No se trata de elementos casuales: su elección coloca la caracterización del personaje en el cruce entre lo clásico de la imaginería religiosa y la laicidad de la cotidianeidad moderna. En este sentido, llaman especialmente la atención las creaciones artísticas que acompañan a los protagonistas en cada composición, un guiño que estiliza y reduce al mínimo la tradición de albergar arte en el arte. La influencia de la fotografía se desvela tanto en las poses como en el encuadre desde el que la artista nos devuelve los cuerpos de sus modelos. Y todo ello con la rotundidad con que se expresa la afirmación: he aquí mi gente, he aquí, siempre, mi gente, he aquí cómo deshago su ausencia y con la calma de la pintura los convoco.
Bruna Ruiz: la indagación
Leemos la obra de Bruna Ruiz como un trabajo de indagación a la búsqueda de la esencia del ser. Los modelos no existen más allá de la imaginación de la artista aunque – nos dice ella- le recuerdan vagamente a personas cercanas. Retrata sin modelo, sin sujeto definido porque se adentra más allá de lo epidérmico. De esta manera, sus lienzos plantean un máximo de subjetividad porque nacen de un conjunto de rasgos inventados. Su intención es dar con el hallazgo de la expresión de un estado, con la revelación de una manera de ser o un sentir, al estilo de los retratos de Théodore Gericault: descubrir la huella del dolor, el rastro de la diferencia o la excepcionalidad. Hay un aire de familia que abarca las obras figurativas, también discreción y continencia envolviendo el enigma que representan. El espectador reconoce los estados de ánimo cuya síntesis es una cara anónima que nos fascina y que bien pudiera ser la nuestra. Hay, en una de las piezas, la desaparición completa del busto bajo capas de pintura que son el equivalente a la tachadura derridiana. Hay, en todas las composiciones, un secreto que todos compartimos: el misterio de leer los rostros ajenos como si fueran propios, aquello que nos hace sentirnos tan iguales y tan diferentes al mismo tiempo, una seducción que nos detiene la mirada en esa vulnerabilidad que sabemos compartida.
Exposición. 17 sep de 2020 - 16 oct de 2020 / H2O / Barcelona, España
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España