Desde la Pedregosa Alta, ubicada en las afueras de Mérida llegan a la Sala Trasnocho Arte Contacto (TAC) los textiles de María Eugenia Dávila y Eduardo Portillo, quienes desde hace 29 años investigan y elaboran una variedad de piezas valiéndose de hilos de seda, algodón, lana y fibras como moriche, chiquichique, curagua, entre otros.

Dedicados a la cría de los gusanos de seda, María Eugenia y Eduardo han incursionado también en el área del color. El Taller Morera, lugar en el que desarrollan todas estas investigaciones, es también el centro donde producen sus trabajos, haciendo pruebas para el teñido natural de cada una de las piezas diseñadas por ellos.

En el proceso de teñido utilizan la semilla del aguacate, hojas de corteza de eucalipto, semillas de onoto, cáscara de cebolla, entre otras. En esta oportunidad el protagonista es ... el azul extraído de las hojas del añil.

Tener la oportunidad de apreciar la madurez y continuo crecimiento de estos tejedores ha sido privilegio de nuestra Sala. Después de un año de dedicación y queriendo rendir un homenaje al índigo, María Eugenia y Eduardo se han sumergido en el azul que impregna muchas de las visiones más sencillas de la vida cotidiana de donde extraen los nombres de cada uno de sus trabajos más recientes. El añil, planta que por muchos años fue un importante producto en la economía del país, ahora con esta exposición es impulso e inspiración.

Acompaña a esta exposición un hermoso catálogo diseñado por Aixa Díaz, que muestra detalles de las obras dispuestas en la Sala para el disfrute del visitante con textos matizados de poesía escritos por Eduardo Portillo.

Además de las piezas de la exposición, el visitante podrá también adquirir aquellas que suelen exhibirse en la tienda de la Sala TAC: shawls, bufandas, cojines, corbatas, caminos de mesa, que resultan ideales para los obsequios de las fiestas navideñas.