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El verbo «recordar» procede del latín re-cor(dis) y etimológicamente significa «volver a traer al corazón, sede del intelecto y de las emociones». La exposición fotográfica Ayúdanos a recordar la Soria de Machado se propone precisamente eso: volver a traer al corazón, a través de más de cien imágenes tomadas entre el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, periodo de tiempo análogo al de la vida del poeta (1875-1939), la Soria de aquellos años. La muestra es un homenaje que el propio pueblo soriano le hace a Machado y a la ciudad que lo recibió en 1907, pues los materiales que se exponen han sido ... cedidos por los ciudadanos y las ciudadanas, el Archivo Histórico Provincial, el Museo Numantino y la Biblioteca Pública de Soria. Este carácter popular de la exposición, que hace de ella una afirmación gozosa de la memoria colectiva y de los recuerdos que públicamente compartimos, es puramente machadiano: tal y como pensaba el escritor, en España lo esencialmente aristocrático es lo popular.

Gracias a las fotografías generosamente cedidas, se amplía nuestra mirada y logramos acercarnos a eso que tanto inspiraba a Machado: al hoy que es siempre todavía. Ahora bien, si a Machado el todavía le hacía pensar y escribir es porque este ilumina el porvenir. Así entendida, la memoria es una auténtica experiencia de duración y de simultaneidad: recordar es coexistir con el pasado. Convivencia con el pasado, sí, pero en el siempre: instante fuera del tiempo en el que también se anuncia el mañana.

Precisamente porque hacer memoria consiste en situarse en el pasado y convivir con él, la exposición no se organiza cronológicamente, sino según cuatro núcleos temáticos —El paisaje y sus habitantes, Vida pública y social, Educación y Álbum familiar— y en cada uno de ellos se han incluido imágenes de distintas épocas. De esta manera se reproduce el acto mismo de recordar: será el espectador quien, ampliando su mirada, dote a las imágenes de tiempo, ese tiempo de donde proceden y del que han sido arrancadas.