EL AUDITOR

El auditor introdujo la llave que le había proporcionado su entidad bancaria y la giró hacia la derecha. Tuvo dificultades para abrir la puerta, no parecía encajar en su premarco, mostraba una natural resistencia a ver cuestionado su futuro. Al abrirla, un enorme local en penumbra, lleno de bultos y obstáculos reveló toda la información que iba a necesitar. Tanteó la pared y activó cinco interruptores dispuestos en línea que pronto generaron una intensa luz. Le incomodaba percibir y tasar espacios ajenos varias veces al día, por eso la primera visión de ese estudio de pintor le produjo desasosiego. Utilizando el medidor láser calculó una altura desproporcionada, alrededor de 4,5 metros, parecía que el propietario hubiese invadido parte del piso superior.

... text-indent: 35.4pt; line-height: 17pt; text-align: justify;">Comenzó la tasación de los objetos: una fila de 18 esculturas idénticas cromadas con forma de perro, una taza de váter con su interior policromado con motivos pornográficos y dos mancuernas de color rosa en su interior, cientos de pequeños relieves en yeso imprimados, con temática inconexa, repartidos por todo el suelo para luego ser pegados sobre grandes tableros de contrachapado, con una disposición que recordaba a la narración caligráfica? y una serie de cuadros de gran formato de composición muy clara, con yuxtaposición de elementos diversos y grandes zonas de color fusionándose entre sí. Al fondo se podían ver más tableros con relieves escultóricos que habían sido contaminados, sólo por el vocabulario plástico de los lienzos. Tal vez todo aquel material fuera del mismo artista, pensó.

Al observar detenidamente los relieves sintió un cierto afán de registro y clasificación, pero no logró hallar una conexión entre ellos; había piezas similares a formas orgánicas visibles en los cuadros, pero también figuras realistas en posición de baño de sol y elementos de dudoso rigor botánico. En la pared contigua se podía ver un póster central de una conocida revista masculina con una dedicatoria firmada de la modelo.

En general, había mucha suciedad y polvo, no resultaba fácil hacer un recuento rápido de todo el material existente. Necesitaba sentarse, al fondo se podía ver un sillón con respaldo en forma de corazón. Se acercó rodeándolo, su asiento estaba totalmente cubierto de moldes plásticos de un color blanquecino. Recordó su cita con la piscina municipal en una hora. Terminó el informe y salió cerrando la puerta sin dificultad.