Descripción de la Exposición
^A es un hombre de contextura mediana, morocho, piel suavecita y gran talibán de las remeras lisas. En su tiempo a solas, ^A disfruta de muchas cosas. Pero su top tres es, sin lugar a dudas ni orden de relevancia, la información, la comida y la pintura. La música anda por ahí rondando, pero no logró todavía suplantar a ninguna de sus tres fieles amantes originales. Inabarcables, ellas son pura experiencia. Están irremediablemente relacionadas con el proceso de absorción (simbólico y literal) de la realidad y las repercusiones del mismo. Sin ánimos limitantes, podemos pensar la pintura como una manera de registrar en objetos físicos las vivencias, una vez que han sido coloreadas y tamizadas por nuestras impresiones y sentimientos más íntimos.
*B* y /C/ nacieron en 1984 y 1989 respectivamente. Sus vidas fueron, en muchos aspectos, la misma: infancia en extremo desafortunada, seguida por años de total incapacidad para formar vínculos con los demás actores, trices de su entorno. Sin saber bien qué hacer, sus familias adoptivas buscaron ayuda profesional. El Dr.D trató a ambas niñas en diferentes momentos de su carrera con la misma terapia desarrollada específicamente para tratar el cuadro con el que habían sido diagnosticadas. Se caracteriza por utilizar métodos de abuso psíquico y físico para obtener los resultados deseados. *B* logró, aparentemente, sanar su espíritu torturado y, bajo la tutela de una nueva familia, se convirtió en una enfermera neonatal. /C/, por su parte, murió. Durante una de las sesiones del tratamiento especialmente cruenta, a los 11 años de edad, allá por los 2000. Al momento del juicio por negligencia al doctor y a la madre adoptiva de /C/ (presente en la habitación durante la sesión mortal) *B* declaró a favor de la terapia y de los imputados (O_O).
Dadas las características del caso judicial, como así también del desorden que afectaba a *B* y a /C/ circuló cantidad de información en los medios, en papel y pantalla. Entrada del Sr.^A, años más tarde, quien se interesa tanto por la historia que después de investigarla, se propone pintar una serie de retratos de la mayoría de sus personajes (protagonistas, madres, padres, hermano, familia). La elección impacta por lo aleatorio como sorprendente. Hasta donde sabemos y sospechamos no existen relaciones particulares entre ^A, *B* y /C/: esto hace que los cuadros hablen tanto más de ^A, que de la truculenta historia. Las obras incluso vacías de la parafernalia anecdótica, no pueden apaciguar la tragedia que las unen. Se filtra en cada mirada preocupada y sonrisa tensa. Su universo no es uno feliz. En constante pugna, las huellas de la presencia de ^A, como epílogo o fan fiction, a flor de piel en cada elección formal.
Pero momento, ¿deberíamos entregar nuestra confianza tan fácilmente? Tal vez ^A, *B* y /C/ estén conspirando para estafarnos con la prestidigitación de ^A convertida en cuadro cuadro. El drama humano presente y presentado es un golpe sordo al plexo solar: tal vez tan astutos son que no pretenden nuestras riquezas materiales, sino que buscan algo más poderoso y movilizante. Nuestras pasiones. O tal vez ^A, como buen descendiente de Aristóteles, teje mundos y sistemas donde el punto de partida ya no es relevante, sino la posibilidad de hacer catarsis. Como con cualquier estructura cultural de pensamiento, sea religión, psicoanálisis, astrología, arte o amor... se trata de creer o reventar, querido lector. Creer o reventar.
Laura Ojeda Bär
Febrero 2016
Premio. 27 ene de 2025 - 10 mar de 2025 / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España