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Dicho en términos fotográficos, la pupila hace de obturador y diafragma, es el regulador de la luz...

Como artista, Milanova enfoca su obra principalmente a la arquitectura con los elementos del Feng Shui (agua, aire, tierra, fuego, metal). Lo que transforma sus obras en formas orgánicas naturales; con el objetivo de no dejarse fluir por verse inmersa dentro de la maquinaria social. La mayoría de imágenes de lazos, nudos y redes representan ... la presión y la gravedad de conceptos percibidos como ideologías religiosas, políticas y culturales en siglo XXI, independencia de pensamiento intentando romper el orden social. Pues para ella ganarse su libertad significa aceptar y entender la esclavitud.

Milanova busca, investiga y lucha con la finalidad de evolucionar y no tocar techo en sus posibles limitaciones.

En atravesando la pupila, Milanova va más allá de su pasión por la arquitectura y la estética orgánica. Buscando musicalidad. Ha creado dos temas musicales, cuya base está fundamentada en los elementos del agua y del viento. Como se transforma la materia. Sonidos que acompañan las fotografías.

El sentimiento supera el conocimiento de la técnica. De familia de importantes músicos búlgaros, Milanova aprendió de manera autodidacta a tocar excepcionalmente el piano hace apenas un año. Con una sensibilidad desgarradora, incipientes aptitudes vocales, musicales y un ojo preciso, de todo ello surge este proyecto expositivo que viene ligado a sus inicios musicales, fotografías buscando la musicalidad de la imagen, anudadas con la fascinación por la arquitectura y su melódica geometría.

Más de 20 fotografías en blanco y negro que desprenden su delirio por la filosofía asiática de cómo perciben los elementos y desarrollan su conciencia. Imágenes impregnadas de minimalismo y sentimiento.