Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Con auténtica vocación paneuropea, el gigantesco proyecto del Atlantikwall alemán dio lugar entre 1941 y 1944 a la construcción de más de 15.000 estructuras de hormigón a lo largo del litoral occidental. Baterías, búnkers, y resto de instalaciones militares impusieron una peculiar configuración a la costa, instrumentalizándola para someterla a sus funciones de vigilancia y defensa. A pesar de su nombre, el muro atlántico nunca fue un obstáculo continuo sino sistema de edificaciones que, esparcidas en grupos o unidades aisladas, construyeron estratégicamente la fachada al mar del continente europeo. Despojados de esa misión militar, hoy son muchos los vestigios del muro que pueden ser avistados a lo largo del litoral, principalmente en playas de Francia, Holanda, Dinamarca y Noruega. La presencia de estas construcciones, rotunda e inevitable, sigue imponiendo una huella histórica de escala inmensa en su entorno inmediato. Sin embargo, esa permanencia no resulta inmune al paso del tiempo, y su naturaleza no subsiste con carácter inalterable. Muy al contrario, los elementos integrantes de esta geografía de hormigón se hallan sometidos a un proceso de cambio constante, tanto en su configuración como en su relación con el entorno concreto. Se hallan, en ocasiones, en lugares totalmente abandonados por la memoria, arruinados, caídos, envueltos por un halo invisible de rechazo, sin visos de redención. Visto así, el muro atlántico se identifica con su carácter bélico, primario, permanece anclado todavía en un tiempo antiguo, remoto, incapacitado para evolución alguna. El búnker se nos aparece en estos casos como una especie de mito, presente y ausente al mismo tiempo. Sea dignificado por el poderío de su escala y su porte esenciales - como en el caso de Saint Marguerite-sur-Mer - o sucumbiendo a la fuerza telúrica de los elementos - como ocurre con las arquitecturas anfibias de Capbreton, la estructura emerge como una forma anacrónica, imagen estática de un pasado antiquísimo que muchos recuerdan. En otras ocasiones, el muro atlántico juega un rol activo en el entorno donde se ubica. Aquí, la construcción, vaciada o no de su significado primario, se incorpora a la trama urbana como una pieza clave con valor añadido. La mayoría de las construcciones de defensa situadas en las playas de Normandía (Utah, Omaha, Gold Juno,..) ejemplifican casos en que el muro, sin renunciar a su contenido originario, ha sido integrado en particulares rutas turísticas o, haciendo estandarte su valor histórico, ha sido reconvertido para la red de museos locales. En otro supuesto, las naves industriales del puerto de Trondheim en Noruega, o la cualificación como recinto docente de una batería de defensa en Saint Nazaire constituyen ejemplos de aquella incorporación al contexto urbano con un valor añadido, ex novo. Mención aparte merece el caso de Saint Nazaire, donde el proyecto Ville-Port Atlantique, elaborado a partir del masterplan de Manuel Solá Morales, ha pretendido recuperar para la ciudad la base submarina que, durante la guerra, constituyó su peor enemigo y la razón de que la ciudad quedase totalmente arrasada por los bombardeos aliados. Tras el fin de la guerra, la ciudad mutilada se reconstruyó de espaldas al mar, ignorando aquella base submarina de escala enorme. Sólo en fechas recientes, la villa de Saint Nazaire, consciente de la necesidad de abordar la integración de ese edificio abominable, ha acometido el nuevo proyecto que pretende transformar el espacio de la base y sus usos, diversificándolos a través de un programa mixto de dotaciones que permita su incorporación a escala urbana y metropolitana. La exposición «ATLANTIKWALL. Arquitecturas bélicas en las playas del oeste» propone una exploración de las identidades del Muro Atlántico acercándolas a la escala del tiempo presente. Transcurridos más de 60 años desde su construcción, la instalación defensiva, el modo en que se manifiesta y se relaciona con su entorno más inmediato, ha evolucionado. Se trata, a través de la selección de imágenes propuesta, de articular un discurso con ritmo progresivo: partiendo de una mirada detenida del objeto hasta una óptica del elemento en proceso de evolución. De este modo, la primera parte ATW_TIPOLOGÍAS propone un examen detenido del Muro Atlántico a partir del análisis de varios ejemplos: Es el muro visto como objeto, poniendo el acento en sus características estructurales, materiales, esenciales. A continuación, bajo la denominación ATW _TRAMAS nos interesa contextualizar ese objeto en su entorno, natural o urbano, ampliando para ello nuestro campo de visión. Sólo de este modo, podremos alcanzar a comprender su proceso de evolución constante. La serie ATLANTIKWALL forma parte de un trabajo más amplio sobre la fragilidad del borde atlántico y los múltiples modos de relación que de hecho se dan entre el mar y la costa, impulsados por la presencia/ausencia del hombre.
Atlantikwall. Arquitecturas bélicas nas praias do oeste recoge las imágenes de los restos de la antigua muralla defensiva de la costa atlántica europea.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España