Descripción de la Exposición
Siempre aclarando que escribimos desde una posición hegemónica, heterosexual y privilegiada, no podemos dejar de pensar, sentir y actuar en pro de nuevas formas de relacionarnos con la realidad y favorecer a través del arte un cambio de paradigmas que trasciendan a la memoria estética y se adentren en la naturaleza de las personas. ¿En qué momento finaliza el arte y empieza el activismo? Existe una verdadera separación? El arte siempre narra una historia o muchas historias y cobra vida en relación con el espectador. La pregunta es cómo y por qué contamos esa historia. Es realmente encantador, seductor y poderoso cuando un artista logra sorprendernos a tal grado que casi nos obliga a quebrar nuestros esquemas y ver desde un nuevo abordaje.
Como plantea la gran ARTivista, Tania Bruguera el arte político no se queda sólo en el nivel de la asociación o la memoria gráfica. El arte político trabaja con las consecuencias de su existencia y sus interacciones. Y siendo así el arte se convierte en una experiencia y no es solo una imagen.
El ARTivismo se hace cada día más vigente y, a diferencia de un sistema capitalista basado en el individualismo, este es contra hegemónico y a través de herramientas y pensares, reconoce el trabajo ajeno. Es decir, es ecofeminista, sororo, colectivo y humanitario. Así lo vemos en las historias, artefactos y lapidarias de Cesar Martínez quien nos permite leer, conocer, compartir y abrir, desde su meta punto de vista, una exploración más de cómo se consolida esa oscura capacidad del deseo: la obra de arte. También en las superficies curativas de Priscilla Monge, quien basada en hechos reales nos transmite el dolor de la pérdida dibujando y escribiendo en una delicada arcilla que podría perfectamente ser una página arrancada de un diario. Uno que trascenderá y no será transitorio como las vidas allí contenidas.
El ARTivismo nos recuerda cada día que lo personal es político. Por ello artistas como Silvia Levenson, Merino, Sala y Birks dan voz, mediante su lenguaje visual, al feminismo. Sea pisoteando frases misóginas de grandes pensadores de la historia, sea reconociendo a las mujeres en la historia del arte, con una enciclopedia del futuro o hablando de los desaparecidos y la violencia doméstica; estos artistas nos recuerdan que la lucha continua y que la vía es el ecofeminismo y la transversalidad del mismo. Esto queda claro en las colonias simbióticas de Natalia Revilla quién nos invita a repensar sobre la migración y el papel de las mujeres en la conservación de la biodiversidad y su rol fundamental en la permanencia de la cultura de sus lugares de origen. Al igual que en Ana De Orbegoso quién haciendo uso de la iconografía popular nos recuerda la importancia de mantener viva nuestra historia y aprender de ella. También en los sombreros de Poyón, haciéndonos reflexionar sobre los límites y fronteras de los territorios como construcciones políticas, económicas, ideológicas y sociales instauradas en nuestra mente. La lucha continúa y como dice Claudia Rodriguez, existimos porque resistimos y nuestra única alternativa pareciera ser imaginar nuevas realidades. Quizás de esa manera, un día las imágenes apropiadas de Thornton dejen de ser irónicas y si reflejen esa libertad, prosperidad y vida tan ansiadas y el deseo y urgencia de transformación social produzcan sus efectos. Tal vez un día el enojo sublimado en el Paraíso de Selma Guisande se transforme en verdad y aunque no un paraíso, sí lleguemos a construir juntos una sociedad menos distópica. La rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos (Alejandra Pizarnik), la rebelión consiste en la no violencia. La rebelión también consiste en concientizar mediante propuestas plásticas empoderadas, que luchen por una sociedad más equitativa promoviendo la participación social en el mundo del arte.
Gabriela Rosso
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España