SOUVENIR, TURISMO Y HERENCIES POLÍTICAS Sobre la identidad del capital en el contexto global Un proyecto para ETAC Espai Transfronterer d’Art contemporani La presente publicación surge a partir del proyecto seleccionado para la convocatoria de Espai Transfronterer d’Art Contemporani. El trabajo explora la identidad de los ciudadanos en la Isla de Mallorca desde la implantación del turismo nacido durante la política de la dictadura franquista, como práctica de necesidad en la viabilidad económica del territorio. Daniel Gasol La dependencia económica de la Isla de Mallorca hacía el turismo más agresivo, se inició en España durante el gobierno franquista. En los 50’, se diseña la apertura internacional del país para reavivarlo económicamente, invitando personajes como Eva Perón, a realizar una ruta por el país, alabando las grandes calidades de la nación, y bajando el coste de la peseta a nivel internacional. Fue en este punto, donde el turismo dentro del estado,...se convirtió en un elemento simbólico tanto por los turistas como por los ciudadanos: para el turista, España fue el lugar ideal para veranear: barato, con playas, buen clima, tranquilo y con potencial geográfico. Para los españoles, el turismo fue el símbolo de la apertura al mundo, una forma de romper con las tradiciones y ver otras realidades, pero también, se convirtió en una necesidad económica dependiente, que transformó el territorio y la identidad, “explotando” los símbolos que representa cada espacio. No obstante, las formas a las que ha derivado la sociedad y el turismo como forma de “descanso”, poco tiene que ver con su forma original. La formulación del turismo ha derivado única y exclusivamente, en la economía como poder y motor principal de evaluación respecto a la forma que tenemos de mostrarnos al mundo, causando varias repercusiones a nivel territorial que son mostradas en esta propuesta. El proyecto analiza y retrata la noción de turismo desde los ciudadanos como herencia política de internacionalización del franquismo, afectando a las estructuras territoriales (ocupando espacios públicos o convirtiendo localidades en ciudades dormitorios), de convivencia, a los símbolos de identidad (re)definida (como el castillo de Alaró, una población de la Isla que se resistió al turismo más agresivo), o los souvenirs como elementos simbólicos que asumen una iconografía concreta a los visitantes. Para convertir los datos recopilados, se proponen trabajos que ponen en cuestión el estado actual y la pérdida de identidad como una forma obligatoria de supervivencia, realizando un encubrimiento en las prácticas del poder capital, creando “esclavos” que tienen deben sobrevivir asumiendo prácticas con las que no estando favor, han que asumir en pro de la persistencia de la jerarquía económica.
