Descripción de la Exposición
Ars longa, Vita brevis
Una realidad impermanente, la fugacidad de la vida y lo inevitable de la mortalidad humana, estos son los elementos insustanciales con los que la artista Natalia Sandoval Aráez trabaja en esta exposición titulada Ars longa, Vita brevis , cita del célebre médico de la antigüedad, Hipócrates, con la que daba a entender la cruel naturaleza de las ambiciones humanas, una vida demasiado corta para el ejercicio de un arte longevo. Así pues, se nos presenta esta serie de piezas pictóricas, obras en las que la artista capta una vitalidad desvanecida, sucumbida al desgaste del tiempo y la fatalidad de un destino sentenciado, pero capturada en la forma de un arte imperecedero y bello.
La artista, natural de Alguazas, ha trabajado extensamente a lo largo de su trayectoria el reflejo de una realidad interior y emocional que se expresa mediante una visión dramática de hechos y tópicos reconocibles, con los que conectar con el espectador y hacerle partícipe de su propia perspectiva sensible a la par que incita a una reflexión y apreciación personal de las piezas. Nos muestra aquí algunas de sus obras más inspiradoras, cargadas de un intenso valor teatral y que en su conjunto crean una atmósfera tan atractiva como inquietante.
El retrato, siendo el género artístico predilecto de la autora y soporte ideal para la expresión de lo turbador, conforma el cuerpo principal de la exposición, piezas en las que los personajes dejan entrever un atisbo de un mundo interior pasional, a menudo en conflicto con la realidad en la que existen, y que como dejan adivinar varias de ellas, desembocan en un destino trágico, tal y como se puede apreciar en “La tentación de Eva”, “Mascarada” o “ El Golem” entre otras, donde las protagonistas luchan por mostrarse seguras ante un mundo que les promete en última instancia, la fatalidad.
Estas son representaciones variadas y que individualmente están dotadas de un carácter singular y propio, caracterizadas según el gusto de la artista y adecuado al espíritu individual de cada obra, pero que al organizarse mediante el discurso argumental de esta exposición, dan fé de la intencionalidad de Natalia Sandoval al crear un motivo común en todas ellas que evoluciona en un estilo personal marcado por la expresión sutil de lo truculento, la belleza enmascarando la muerte.
De esta manera, la artista recupera y hace suyo el concepto y estilo artístico del vanitas , la vanidad y futilidad de la persistencia frente al declive del tiempo, donde la lucha por vivir en este panorama lúgubre se convierte en motor de un arte lo arrebatado y quintaesencial, que despierta tanto interés por la propia morbosidad de la verdad que refleja, cuyo resultado es una belleza fría y solemne.
- Guillermo Vera Valero