-------------------------------------------------------

-------------------------------------------------------

Según Joan Gil, comisario de la exposición, Romà Vallès "ha trabajado sin desfallecer y con una gran libertad de planteamientos alrededor de una pintura protagonizada por la materia, el gestualismo y la indagación del espacio".

Su trayectoria está marcada por una coherencia que lo ha convertido en uno de los puntales del panorama artístico español del siglo XX. Buena prueba de la ambición de esta muestra antológica es que la selección de obra expuesta recorre toda su extensa singladura, desde 1956 hasta la actualidad. Ello permite al espectador obtener una visión completa de su devenir artístico.

También para Romà Vallès se trata de una exposición muy simbólica y significativa dada su vinculación desde hace más de tres décadas a la comarca del Matarraña y ... a Calaceite en particular. Son lugares y espacios donde no sólo ha vivido y trabajado, sino que han sido refugio y fuente de inspiración. En ellos ha creado una parte muy importante de su obra.

Para Joan Gil, "valorando globalmente su densa trayectoria, constatamos en todo momento la existencia de un hilo conductor que se articula como eje vertebrador de todo su discurso. Es especialmente, el trazo, la mancha, complementados con la materia y el color, los elementos más definitorios de todo su lenguaje artístico; un lenguaje que nos adentra en sugerentes espacios micro-macro, en una mirada abierta a infinitas lecturas. Desde el informalismo -del que es uno de sus máximos representantes-, hasta el nuevo realismo, pasando por el espacialismo, el proceso de reflexión conceptual o el lirismo de la pintura más vital; sin duda, su obra ha recogido el sentimiento, las experiencias y las preocupaciones de cada una de las épocas por las que ha transcurrido.

Un trabajo, el de Romà Vallès, en constante gestación, que hace aflorar una intensa explosión de energía que va más allá del marco establecido: potentes trazos en una lucha tenaz sin parangón, gestos de sutil fluidez que se esparcen por la superficie de sus cuadros, lucha de fuerzas opuestas en intenso combate sin oponentes, abismos espaciales que se adentran en el infinito llenos de sugerencias, trazos caligráficos que se dibujan un espacio cósmico, densos empastes de materia como elementos transitorios del presente más inmediato. Una obra la suya, en definitiva, llena de vida, sentimiento y vivencias que –desde su introspección- relata las más íntimas experiencias".

Como complemento a la exposición, se ha editado un cuidado catálogo que recoge, además de las obras expuestas, textos de Joan Gil, Pilar Gómez Bedate y el propio Romà Vallès. Este último escribe un entrañable y emotivo texto sobre Calaceite. Para el artista, "el pueblo sigue con su atracción de siempre. Guiñando el ojo a otros visitantes de países próximos o lejanos, a los "inmigrantes" de los años 70 les ha seguido otra generación de gente igualmente interesante, emocionada ante los susurros, belleza e incógnitas de nuestro Calaceite. Espíritus inquietos, almas errantes, gentes de difícil equilibrio o plácidos turistas de fácil conquista. La saga sigue… nuestro pueblecito sigue emitiendo señales y destellos".