Descripción de la Exposición
Lo aquí expuesto es parte de un ensayo fotográfico aún en desarrollo, llevado a cabo gracias al apoyo de Ediciones Larivière. Argentinos debió haber sido mi cuarto trabajo sobre nuestro país y terminará siendo el decimoséptimo. Quizá esto no sea casualidad. En tiempos de la “post-verdad” –eufemismo utilizado para encubrir la mentira con la que se pretende ocultar la destrucción en curso de todo lo que nos es propio–, una mirada directa sobre nosotros mismos parece una reflexión oportuna.
Mi intención al disparar las miles de fotografías que tomé para este proyecto fue intentar responder con imágenes a la pregunta de quiénes somos los argentinos. ¿Dónde si no es en la exposición de nuestras maneras de trabajar, estudiar, luchar, creer, disfrutar, amar y soñar se podría encontrar la clave? La irrefutable verdad que es capaz de exponer una cámara fotográfica puesta a registrar la realidad, puede desbaratar hasta la más intrincada contorsión de quienes necesitan imponer oscuridad sobre nuestros modos para luego aprovechar esas penumbras.
Por los avatares de la historia, me tocó retratar un tiempo impregnado de dos modelos políticos sucesivos y opuestos. No es fácil discernir cuánto de cada uno de ellos hay en estas fotografías. Desde hace casi dos años un futuro envasado en otras latitudes nubla el presente de los argentinos. La patria se ahoga en hipocresía. Y cada vez que creo que este ensayo fotográfico está llegando a su fin, un nuevo atropello transforma la realidad y me hace caer en la cuenta de que estoy apenas al principio; que un proyecto semejante necesitará de muchos fotógrafos y de más tiempo.
En lo que a mí respecta, quisiera retratar cada vez con mayor convicción la conmovedora fraternidad que encontré en mis compatriotas a lo largo del camino: nuestro lazo común más evidente. La disposición de tantos fotografiados a integrar este trabajo es una clara señal de esta característica, opuesta a la descalificación de nuestros valores más profundos sembrada a diario por una manipulación maliciosa con el fin de evitar la construcción de un proyecto nacional colectivo. Gestos alimentados en el club del odio que pretende dividir para reinar, adormecer para enfermar y desaparecer para callar.
Si estas fotografías pueden reflejar algunos de los rasgos que nos definen como pueblo, me doy por satisfecho. Este es mi aporte al reconocimiento de una identidad común que poseemos los argentinos y que hoy lucha por no perder su forma propia.