Arena

(Del latín arena)

1. f. Sitio o lugar del combate o la lucha.

2. f. Metal o mineral reducido por la naturaleza

o el arte a partes muy pequeñas.

Se oculta el sol por la parte trasera de la casa y la puerta acristalada se cierra. Poco a poco el ritmo se adapta al latido leve de las horas. El respeto a lo recibido está dentro de cada rincón, y allí te envuelve para llevarte ligero a lugares olvidados, sitios que la memoria guarda aún como tesoros. Sobre la mesa la cena se comparte, la familia hace su historia, a la par que los perros medio dormidos se acomodan en las sombras.

La mañana llega temprano, desentumece los gatos, Timsam se despereza preparándose para ir al instituto del pueblo. Los animales esperan tranquilos su turno y, mientras el mar tiñe de azul al fondo, las labores se inician. Todo ... se aprovecha, los restos van a los comederos, los papeles y cartones al estudio, todo se planea de modo que pueda ser elaborado con los propios medios, reciclado; es un pecado consumir lo que no se necesita, siempre hay una idea, una puesta en común, unas manos preparadas para la acción.

Desprende brillos rojos de henna el pelo de Margaret, cuando se mueve de aquí para allá en las mil y una faenas que, invisibles a veces, hacen que todo funcione. Busca en la mañana el tiempo para otra labor. Entre los cartones, los periódicos y los pigmentos rojos, azules y verdes, se mezcla la música.

Como un escultor, talla las superficies modelando y combinando los cartones, conchas, maderas y cualquier otro elemento que le sirva a su fin. Reconstruye sus propios paisajes y sobre ellos pinta. Los montículos, las crestas curvas que absorbe el plano, los perfiles geométricos, son su lienzo. Con pinceles dorados surca los espacios, define las arenas, describe sus propios signos. Miles de trazos y puntos contornean o cubren los volúmenes en la difícil tarea que ella se apropió como destino.

La brisa trae al estudio olores de otros tiempos, sonidos de sitios distantes, reto y sosiego al espíritu. Las horas transcurren en el corazón de la casa y la tarea se relega. La última mirada interrogante va con ella, sus manos sienten aún el ardor del trabajo. La mirada se relaja un momento en las montañas, Tswana ladra y se le acerca, - un paseo y vuelvo-, decide.