De cada nación, de cada provincia, de cada isla, golfo, accidente, archipiélago, oasis. De cada trozo de tierra o de mar han usurpado algo y así me formaron, condenándome a la eterna búsqueda de un lugar de origen.
– Alejandra Pizarnik
En la lejanía del horizonte se vislumbran un par de islas: una serie de destinos en los que se buscará impasiblemente la Utopía que describía Tomás Moro y que, por su naturaleza insólita provocarán la necesidad emotiva de guardar los momentos allí vividos en fotografías o en pequeños objetos. Los viajes por aquel archipiélago permiten mostrar que, en cada una de las islas, viven definiciones y visiones únicas; que, si bien algunas costas parecen tocarse, las fronteras líquidas permean tierras similares en la superficie, pero profundamente distintas en su implicación. A la distancia, la imagen de la isla, se vuelve terreno fértil para analogías paradójicas, como la perfección y el abandono...o la esperanza de tocar la tierra y el temor a enfrentar lo desconocido. Así, islotes, islas y archipiélagos, han sido pretexto de reflexión para el pensamiento literario, religioso y filosófico, permitiendo explorar motivos como la finitud, la frontera y la identidad.
Archipiélago es una recolección de obras que muestran cómo cada elemento se convierte en un símbolo de los descubrimientos ontológicos de una vida. Una tras otra, las obras se presentan como islas de significado, tanto para los artistas como para los espectadores, quienes confrontan imágenes que posiblemente no formaban parte de su acervo visual, pero resultan familiares en las capas más profundas del entendimiento. Así, cada obra posibilita un diálogo para encontrar algo propio, algo que quizá habíamos obviado, pero que ahora nos confronta a través de la materialidad.
Curiosidad, disfrute, nostalgia, amor y resignación, todo tiene cabida en el archipiélago, que es también el título de la escultura de John Isaacs (2018): un par de grifos de bronce que se encuentran en la inmensidad del muro, permaneciendo ambivalentemente hieráticos uno al lado del otro. Como la mirada de los Argonautas (Sofía Bassi, 1969), la nuestra viaja a través de grandes mares en donde se construyen paisajes imposibles, pero arquetípicos. Con cada milla náutica, se acrecienta la necesidad de encontrar la luz del áureo faro que indique el final del viaje (Gonzalo Lebrija, Faro, 2024) y aumenta la curiosidad que caracteriza a Jorge Méndez Blake por encontrar una prometida e idílica isla en el caos terrenal del mundo contemporáneo; así mediante Utopías, islas literarias, pictóricas o arquitectónicas, el artista busca hacer suyo, por un solo instante, un lugar imposible de la misma manera en la que lo hacía Eleonore Koch en sus contemplaciones del horizonte o Elena del Rivero atrapando la espiritualidad del cosmos en hojas de oro y paladio.
En la impaciencia del viaje, los tonos oceánicos creados en la complejidad de las capas de pigmentos y fotografías de la superficie del cuerpo se vuelven manantial (Donna Huanca, POLYESTYRENE AGUAS (OO,23) #1, 2022) del que brotan imágenes de algo no vivido. Se percibe una sensualidad cercana, muchas veces en la sobriedad de los trazos de tinta negra y azul (Teresa Solar Abboud, Intraterrene, 2022) y otras en una inundación de colores que hacen sentir en la piel el placer de encontrarse fuera de lo cotidiano. Así, Milena Muzquiz explora los hitos lúdicos de la vida (American Spirits, 2020), mientras que Gonzalo Lebrija deja guiños de que esos momentos ocurrieron, suspendiendo el tiempo justo en el instante en que aquella fiebre aventurera termina (Fever, 2002).
En el ocaso, la memoria se apodera de los objetos que pueden recrear conexiones con las islas –terrenales o simbólicas – que se dejan atrás. Se guarda en cerámica la historia de tierras habitadas (Asunción Molinos Gordo, ¡Cuánto río allá arriba¡, 2021), mientras que el plástico negro se convierte en una cortina de memoria que nos permite ver el atardecer (Sara Ramo, Portal ll: paisagem para horizontes, 2022) y en un parpadeo, es claro que el tiempo pasa y los días, como los viajes, acaban. En el crepúsculo, serán las islas del recuerdo las que harán posible repensar, revivir y encontrar algo que nos pertenece en los paisajes de archipiélagos, utopías y profundos océanos.
Artistas: Donna Huanca, John Isaacs, Eleonore Koch, Jorge Méndez Blake, Gonzalo Lebrija, Milena Muzquiz, Elena del Rivero, Sofía Bassi, Sara Ramo, Asunción Molinos Gordo, Teresa Solar Abboud
Entrada actualizada el el 24 jun de 2024
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