Con Aporia, montaje creado específicamente para la sala Aljub, Glòria Mas traslada al ámbito de la creación plástica algunas de las problemáticas de nuestra sociedad. Glòria Mas plantea al espectador una reflexión ante la dificultad, casi insuperable, de resolver algunos problemas inherentes a la humanidad, como la violencia y los conflictos de intereses que provocan guerras y llevan a conductas irracionales.

Para "visualizar" conceptualmente esta preocupación, Glòria Mas ha creado una suerte de laberinto, construyendo un bosque de lágrimas de cristal, sobre el cual proyecta una serie de imágenes procedentes de nuestra historia reciente.

Con la voluntad de no perder contacto con el mundo artesano de su isla natal, la artista ha utilizado piezas de vidrio, elaborado de forma tradicional, en una fábrica mallorquina. Material singular y poco frecuente en el arte actual, el vidrio ha sido utilizado, con objetivos muy diversos, por creadores actuales como el catalán Jaume Plensa, el vasco ... Javier Pérez y el francés Jean-Michel Othoniel, entre otros.

En el caso de Glòria Mas, lo que le interesa de un material como el vidrio es fundamentalmente sus efectos de transparencias, que le permiten jugar, como en trabajos anteriores, con los reflejos de la luz, las sombras y la superposición de las imágenes proyectadas para configurar un entorno singular y un tanto perturbador. En definitiva con Aporia Glòria Mas se propone escenificar una problemática que ella percibe desde su propia sensibilidad, para trasladarla a la esfera de lo público y de lo universal.