Descripción de la Exposición
El Museo de Bellas Artes de Bilbao se convierte en el centro de referencia para la conservación e investigación de la obra del pintor Antonio de Guezala (Bilbao, 1889-1956) al incorporar a su colección, mediante adquisición, donación y depósito, una parte significativa del valioso fondo artístico y documental perteneciente a la familia del artista. Conservado por Guezala -que a lo largo de su trayectoria se mantuvo siempre al margen del mercado-, el conjunto procede de un nieto y dos biznietos, quienes, a su vez, lo recibieron intacto de la hija del pintor, Julia Guezala Guinea (1922-2008).
Se trata de un extenso corpus de obras de arte, documentos y objetos diversos que reflejan el talante cosmopolita y el enfoque multidisciplinar de la trayectoria de Guezala, un artista original que, en sintonía con las corrientes plásticas renovadoras de comienzos del siglo XX, trabajó como pintor, ilustrador, cartelista, caricaturista, escenógrafo y creador de ex libris.
El nuevo fondo ingresa en el museo a partir de la adquisición de 42 pinturas y obras sobre papel del artista y una acuarela de Sonia Delaunay. Con un valor de 950.000 €, ha sido posible gracias a la aportación de los Amigos del Museo y a la colaboración de la Fundación Bancaria BBK. La operación ha favorecido además la donación de 7.400 objetos -entre dibujos, diseños para carteles, impresos efímeros, su colección de ex libris propios y de otros artistas, álbumes de fotografía, filatelia y heráldica y parte de su biblioteca- y el depósito de seis obras de Guezala y cuatro de otros autores, entre ellos el dibujante Luis Bagaría y el pintor Anselmo Guinea, padre de Eloísa, su primera esposa.
Una selección representativa del nuevo fondo se exhibe ahora en las salas 8 a 10 de la exposición Entreacto que, precisamente, analiza el contexto sociocultural que conoció Guezala durante los años de existencia del Museo de Arte Moderno de Bilbao, de 1924 a 1945. Como artista e impulsor de numerosas iniciativas, Guezala fue uno de los promotores de la vida cultural del Bilbao, participó en 1911 en la fundación de la Asociación de Artistas Vascos y, más tarde, formó parte de las juntas de Patronato de los museos de Bellas Artes y Arte Moderno de la ciudad.
Hay que recordar que el Museo de Bellas Artes de Bilbao presentó entre diciembre de 1991 y enero de 1992 la más importante exposición dedicada hasta ahora a Antonio de Guezala. Contó con el comisariado de la historiadora Pilar Mur, quien así mismo publicó su exhaustiva investigación sobre el artista en la monografía que editó entonces el museo.
Este interés por el artista también se traduce en el notable conjunto de obras conservadas en la colección, entre las que, junto con carteles, otros trabajos gráficos y fotografías familiares, sobresale la pintura más icónica en la producción del artista y en el arte español anterior a la Guerra Civil: La puerta giratoria o Retrato de Begoña de la Sota (1927). La acompañan Concha (1915), Noche de artistas en Ibaigane (1927) y los dos lienzos titulados Eresoinka, fechados en 1939.
Adquisición
El museo ha tenido la oportunidad de adquirir gracias a la aportación de los Amigos del Museo y a la colaboración de la Fundación Bancaria BBK otras obras excepcionales que enriquecen la impronta del artista en la colección: las pinturas Eloísa Guinea de Guezala (1916) y Choque de tranvías en El Arenal (1922) de Guezala, y la acuarela Bailarina (1916) de su amiga la pintora y diseñadora Sonia Delaunay. También las extraordinarias caricaturas que Guezala hizo de sus colegas de la Asociación de Artistas Vascos, el boceto para el cartel de la IV Vuelta ciclista al País Vasco (1927) o los bocetos para la baraja que diseñó hacia 1938.
Donación
Paralelamente, la representación de Guezala aumenta ahora de forma significativa gracias al importante catálogo de obra sobre papel conservado por la familia y donado íntegramente al museo. Se trata de 7.400 objetos que incluye ex libris y materiales filatélicos, y un extraordinario corpus de su faceta como diseñador e ilustrador: dibujos y bocetos originales, grabados, carteles y diseños para portadas de libros y revistas. También todo tipo de impresos efímeros, como los menús e invitaciones que realizó para los homenajes a Francisco Durrio, Pío Baroja, Julián de Tellaeche, Juan de Echevarría o Ignacio Zuloaga.
Son trabajos que muestran su afán experimental y la extensa labor como diseñador gráfico, que abarcó multitud de técnicas y soportes. Como ejemplo, el Libro de autógrafos de Eloísa Guinea de Guezala
-que quedó sin cometido con la muerte de su primera esposa, pero que incluye un interesante Autorretrato fechado en 1916- o la Caricatura de Pedro Mourlane Michelena (1916) y el Figurín bailarina de Cakewalk (1927), realizados en un lenguaje refinado y decididamente vanguardista.
En el conjunto destacan varios autorretratos, los bocetos originales para el cartel de la exposición en Madrid de la Asociación de Artistas Vascos en el Palacio del Retiro (1915) y para el ballet Kardin o ¿cuál de los tres? (1931) de Manu de la Sota; una ilustración original para la novela Ardi Galdua (1918) de Resurrección Mª de Azkue o el diseño de la portada del primer número de la revista Arte Vasco. Otras piezas destacables son los bocetos para el cartel de las corridas de toros de 1932 o para la decoración de la desaparecida Casa del Huérfano del Miliciano (1936).
La donación incorpora también 2.089 ex libris, entre los que se incluyen prácticamente todos los que realizó Guezala y un selecto grupo de otros autores, catalanes, vascos y europeos. Como coleccionista también reunió más de cuatro mil sellos y materiales filatélicos, que fueron su principal ocupación en los años finales de su vida.
Finalmente, la donación incluye cuadernos de bocetos, álbumes de fotografías familiares y unos quinientos libros de la biblioteca de Guezala, junto con los muebles originales diseñados por el propio artista para albergarlos.
Depósito
Por último, se ha formalizado el depósito de otras seis obras de Guezala -entre las que destaca el retrato de su primera hija, “Elito”- y cuatro de Anselmo Guinea, Luis Bagaría y José Benito Bikandi.
Antonio de Guezala Ayrivié (Bilbao, 1889-1956)
Guezala nació en una familia de la próspera burguesía bilbaína dedicada con éxito al comercio textil de lencería y ropa infantil. Entre 1902 y 1907 su padre le envió a Burdeos y Manchester con el objetivo de formarse para el negocio familiar, pero, ya en esos años de adolescencia, comenzó a manifestar su temprano interés por el arte.
A pesar de que esta vocación no fue bien recibida, el padre consintió a condición de que no comercializara su obra en el exiguo mercado artístico local y de que colaborara en la economía familiar. Esto último le llevó en viajes de negocios a París, Londres, Viena o Bruselas, donde pudo conocer las novedades artísticas europeas que, como el movimiento inglés Arts and Crafts o la Secession vienesa, reivindicaban el papel de la arquitectura, el diseño y las artes gráficas.
En 1907, de regreso a Bilbao, asistió a la Escuela de Artes y Oficios, donde trató a los pintores José Arrue y Anselmo Guinea, con quienes más tarde coincidiría en la Asociación de Artistas Vascos. Su gran curiosidad intelectual y una creatividad asentada en el dibujo determinaron un trabajo extenso y pluridisciplinar: la pintura al óleo y todo tipo de expresiones gráficas -el grabado, la caricatura, el cartelismo, los ex libris o la escenografía teatral- convivieron con otros intereses como la ebanistería, la filatelia o la heráldica, siempre con una voluntad de modernidad que hicieron de él una personalidad insólita en el arte español de la primera mitad del siglo XX.
Desde muy joven, además, protagonizó la floreciente escena cultural y artística de la ciudad y, entre otras actividades destacables, en 1911 participó en la fundación de la Asociación de Artistas Vascos, que presidió entre 1917 y 1920. En 1919 la Asociación, bajo la presidencia de Guezala, organizó la primera y trascendental Exposición Internacional de Pintura y Escultura, y consiguió que Robert y Sonia Delaunay expusieran su pintura orfista en Bilbao. En 1920 fue nombrado vocal de la Junta de Patronato del Museo de Bellas Artes; en 1924, miembro del Comité Organizador del Museo de Arte Moderno y, desde su fundación, vicepresidente de la Junta de Patronato. Además, colaboró con las revistas Hermes (1917-1922) y Arte Vasco (1920), y con la Sociedad de Estudios Vascos (fundada en 1918). También participó en la importante exposición de Artistas Ibéricos (1925).
Durante la Guerra Civil contribuyó a la salvaguarda del patrimonio artístico hasta 1937, momento en el que, llamado por Manu de la Sota, marchó al exilio acompañando como escenógrafo las representaciones de danza y música del grupo Eresoinka, embajador de la cultura vasca en diversas capitales europeas.
Antonio de Guezala regresó a Bilbao en 1941, donde hasta su fallecimiento se refugió en su colección de filatelia.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España