Descripción de la Exposición
En su trayectoria Antonio de Ávila, nos aporta una vital reflexión pictórica sobre los elementos constituyentes del paisaje, aquellos que analizados por la seria mirada del pintor son trasladados sobre el soporte como un ejercicio estrictamente plástico. El pintor nos plantea, además de un excelente discurso en clave postimpresionista materializado con una factura ágil, un itinerario por distintos ámbitos de la geografía de nuestro país, lugares que, tocados por la peculiar mirada del pintor, se nos presentan como los ámbitos idóneos en los que plantear las posibilidades que nos ofrecen el color y sus múltiples combinaciones.
En este proceso, cada tabla supone una condensación de experiencia, como si ese breve espacio de madera preparada para ser cubierta de pintura fuese el receptáculo de toda la memoria visual que durante años el pintor ha logrado adquirir.
La presente exposición, que recoge una amplia selección de su trabajo reciente, se acerca con delicadeza a zonas de nuestro territorio, sin espavientos, sino con la intención de extraer de lo cotidiano toda su riqueza visual. Casi sin quererlo, un realismo que no es servidumbre de la mera copia del dato visivo, combina con brillantez las formas, las luces y los colores de unos escenarios protagonizados por ellos mismos, es decir, sin la interrupción presencial de la figura humana. En este sentido, el artista deja traslucir una vez más su predilección por el silencio, por la soledad y por unos territorios que, recreados en su retina, cobran nueva vida en la paleta.
Formación. El 30 ene de 2025 / Fundación Juan March / Madrid, España