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Generalmente, suele ser común en los artistas paisajistas, ser fieles al paisaje que plasman en un lienzo, también es verdad que la naturaleza invita a la imaginación, exagerando formas, multiplicando contenidos o mostrando misteriosos detalles, que muchos pintores exageran y transforman en otros particulares ecosistemas, o mundos inexistentes.

Antoni Lleonart pertenece a estos últimos. Hasta el pasado 25 de septiembre exhibió en ... el MUSEU ARXIU DE LLAVANERES sus últimas creaciones en la muestra: (Paisatges després de la batalla - Paisajes después de la batalla. Su dudosa fidelidad al paisaje, no exenta de fantasía, ofrece unas composiciones de gran densidad formal y cromática, donde el pincel ágil y vehemente, con potente fuerza expresiva, sin precisión en los detalles, con un juego lumínico nítido, aunque el barroquismo de la gama de colores empleada, domina por completo la obra de Lleonart, que ya dio muestra de ello en el año 2009, en una exposición realizada en la Sala de Exposiciones de Caixa Laietana

Si bien algunas piezas denotan cierta celeridad en su acabado, su fijación por los bosques, las raíces, la fuerza del paisaje natural, pueden invitar al espectador a la introspección en cuanto a estas profundidades forestales, particulares escenarios de sueños embriagadores o perturbadoras pesadillas.

Como conclusión puede decirse que Lleonart (nacido en Mataró en 1944 y licenciado en Bellas Artes en 1968), ofrece una obra en su mayoría óleo sobre tela, tupida en el contenido, dando poco margen al efecto tridimensional, sin apenas perspectivas, y cargada en la sala, dando poco o nulo margen a la composición estructural, a lo que hay que añadir el formato empleado en todas las piezas: 60x60 cm. aproximadamente.