Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Anselm Kiefer. Un maestro de la pintura. El Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MAC) presenta la exposición Anselm. Kiefer. Un maestro de la pintura, una selección de obras del pintor y escultor alemán Anselm Kiefer, uno de los artistas contemporáneos más reconocidos. Kiefer, que ha expuesto en espacios como la Documenta de Kassel (Alemania) o la Bienal de Venecia, cuenta con una amplia y rica trayectoria,en la que también ha trabajado la instalación y el happening y en la cual ha seguido la estela de uno de sus maestros, Joseph Beuys.. Anselm Kiefer es, sin duda, uno de los creadores referenciales del arte contemporáneo, empeñado, desde hace cinco décadas, en recuperar la dimensión épica de la pintura, abordando la historia traumática de nuestra época sin perder nunca de vista el elemento poético. La exposición que presenta el MAC permitirá al espectador reconsiderar una obra de enorme intensidad y densidad cultural. Desde los paisajes post-románticos, en los que el rastro de la guerra y la destrucción es evidente, a las alegorías de los traumas inscritos en la memoria europea, Kiefer modula acontecimientos de una escala dramática. Los libros de plomo, tan presentes en su imaginario, son el contrapunto, acaso esperanzado, a los dispositivos bélicos que marcan el camino de la catástrofe que aún está desplegándose. A través de esta serie de 18 cuadros, obras sobre papel y esculturas, el MAC quiere rendir homenaje a uno de los grandes protagonistas del arte actual. La exposición, que estará abierta al público hasta el próximo 3 de noviembre de 2013, está comisariada por Fernando Castro Flórez (Plasencia, 1964), licenciado en filosofía y doctorado en Estética por la Universidad Autónoma de Madrid, donde actualmente es profesor titular. Ha impartido cursos de doctorado, clases y conferencias en numerosas universidades y museos nacionales e internacionales. Desde los años ochenta ha colaborado con regularidad en suplementos culturales de periódicos como El País, Diario 16, El Independiente, El Sol, El Mundo, y lleva más de diez años desempeñando la labor de crítico de arte en el ABC Cultural. También colabora en revistas como, Dardo, Exit Book, Revista de Occidente o Descubrir el Arte. Forma parte del Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y es miembro del comité del Museo-Fundación Nivola de Cerdeña. Ha comisariado más de un centenar de exposiciones desde el Pabellón de Expo Hannover 2000 a la Trienal de Chile, La Bienal De Caracas, La Bienal Vento Sul de Curitiba e infinidad de muestras individuales y colectivas en museos de todo el mundo. Con motivo de esta muestra, el MAC publica un libro con un extenso ensayo del comisario, FernandoCastro Flórez, que trazará un recorrido por la trayectoria y planteamientos estilísticos de Kiefer. Asimismo, en la exposición se proyectarán dos películas en bucle sobre la figura de Anselm Kiefer: - Over Your Cities Grass will Grow, 2010, 104 min. dirigida por Sophie Fiennes - Anselm Kiefer, 1998, 17 min. dirigida por Tino Calabuig -------------------------------- UN MAESTRO DE LA PINTURA. Kiefer ha dicho que no se puede pintar un paisaje después de que los tanques hayan pasado por él, cuando la tierra ya, en vez de estar arada, ha quedado reducida a cenizas. Armin Zweite señala que la obra de Kiefer es una interpretación del mundo que trata de apropiarse (paradójicamente) de lo inconcebible, es una pintura en la que surge una alegoría de la naturaleza cuando ésta es ya un paisaje polucionado por numerosos procesos de erosión. El comienzo de una obra puede ser comparado, según Kiefer, con la descripción que Luria hace del zimzum: el mundo creado en una contracción o retención del aliento. La pintura se entiende como evocación de la luz negra o del Deus absconditus. La concepción de la divinidad y la realidad, en la Cábala, como algo que se manifiesta al mismo tiempo que se retrae, tiene algunas características diferenciales con respecto a la emanación neoplatónica que, en última instancia, es plenitud de lo Uno. La idea de emanación (desde un infinito centro hacia toda posible circunferencia finita) con cuya tradición dialoga Kiefer es la de las sefirot (luces excelsas), gracias a las cuales toda realidad se estructura. El rastro de la destrucción, la ruina de la cultura, queda concretada en una fórmula escueta: pintar es igual a quemar. En la obra de arte se mantiene la posibilidad de cierta esperanza, la posibilidad de encontrar una salida del laberinto de la amnesia. Kiefer no sólo cree en el poder regenerativo del arte sino en su posibilidad de establecer un diálogo entre la historia y las civilizaciones, como antídoto frente al horror de la historia humana y como búsqueda de un camino de reconciliación. Una vez más tenemos que recordar, parafraseando a Paul Celan, que la ceniza es la raíz de lo cantable. Kiefer tuvo que encaminarse a la sombra histórica, al recuerdo del crimen, a la dimensión abismal de lo traumático. Las obras de este artista no son un mero acting out en relación con lo traumático, no conducen a la repetición obsesiva de lo sido, ni forman parte de la 'ontología espectral deconstructiva'. Su obra evita tanto el literalismo cuanto la sublimación, prestando en todo momento atención a la literatura y tendiendo a lo sublime. Su memoria del sufrimiento está en las antípodas de la subjetividad anestesiada por el trauma. El imaginario de Kiefer confronta el ideal romántico de belleza, su paisaje que incita a un viaje que ya no podremos realizar, con la destrucción atroz de la guerra, hace que friccionen la poesía y la brutalidad, busca constantemente, a través del arte, una lengua renovada, como aquel zaum de Chlebnikov, que nos permita afrontar con entereza la lógica (delirante) de lo peor. La palabra catástrofe, un término de la retórica que designa el último y principal acontecimiento de un poema o de una tragedia, está subrayada, en el comienzo del siglo XXI, por el estado de excepción. Como Walter Benjamin advirtiera, la catástrofe no es un final apocalíptico sino algo invisible que sucede todos los días: 'que esto 'siga sucediendo' es la catástrofe'. Fernando Castro Flórez. Comisario. ----------------------------------------- Anselm Kiefer Hijo de un profesor de arte, Anselm Kiefer nació en marzo de 1945 en Donaueschingen, en la Selva Negra alemana. En aquel momento el partido nazi está a punto de ser derrotado por las tropas aliadas al final de la II Guerra Mundial. Comienza a estudiar Derecho y pronto lo abandona para entrar en la Academia de Arte de Friburgo. Más tarde continúa sus estudios en la Academia de Karlsruhe y con Joseph Beuys en Düsseldorf. Enseguida se convierte en uno de los artistas alemanas más provocadores de su generación. En 1969 realiza una serie de fotografías, publicadas en la revista alemana 'Interfunktionen', donde aparece vestido con el uniforme del ejercito nazi, parodiando su saludo frente a algunos emplazamiento históricos europeos y bajo el título 'En verano de 1969 he ocupado Francia, Suiza e Italia'. En esta fecha también se presenta su primera exposición individual en la República Federal de Alemania. Hasta su presencia en 1980 en la Bienal de Venecia, el trabajo de Anselm Kiefer era prácticamente desconocido fuera de su país. Allí presenta dos pinturas de 1973, 'Los héroes espirituales de Alemania' y 'Parsifal', que provocan vivas críticas en la prensa alemana. Las referencias que Kiefer utiliza en sus trabajos son múltiples: los temas bíblicos, los cristianos y los mitos germánicos aparecen en relación con la historia reciente de la Guerra Mundial. Al igual que el nuevo cine alemán de Fassbinder o Syberberg, la pintura de Kiefer se propone despejar los tabúes que le impiden explorar su propia herencia e identidad. Kiefer no es un pintor de Historia, en sentido estricto, ni mitológico. Sin embargo, sus trabajos aluden a menudo a sucesos del pasado o temas mitológicos utilizados de un modo tan personal que se dirigen a la idea del artista como visionario. La reinterpretación del mito de los Nibelungos, clave en la inspiración wagneriana, o Ícaro, asociado a la figura del ángel y éste a la paleta del pintor, asimila el simbolismo del fuego -purificador y destructor- con el papel del artista. Su obra incluye el homenaje a los filósofos, poetas, artistas y pensadores germánicos como Rilke, Weber o Holderlin. Podemos considerar el trabajo de Kiefer como un intento de sintetizar las grandes tradiciones artísticas del pasado más próximo y más lejano, y también un intento por superarlas. El artista ha utilizado las convenciones de la pintura de Historia, su ambición retórica, su interés por la perspectiva y sus técnicas teatrales, ofreciéndonos como resultado una odisea a través del tiempo. Pero, al contrario que los pintores históricos tradicionales, Kiefer mezcla diferentes puntos de vista y ofrece interpretaciones contradictorias con la magnificencia característica de esta tradición. El enfoque de la pintura de paisaje también esta profundamente meditado en Kiefer. La obsesión por la naturaleza como escenario para expresar sentimientos profundos comparte el impulso romántico de principios de siglo de conjugar sentimientos pesimistas y temas apocalípticos con deseos trascendentales, con un espíritu aventurero y enérgico en el acercamiento a los temas. Anselm Kiefer no sólo cree en el poder regenerador del arte, sino en la posibilidad de establecer un diálogo entre la historia y las civilizaciones, como antídoto frente al horror de la historia humana y como búsqueda de un camino de reconciliación. Kiefer ha expuesto en la Documenta de Kassel (1977, 1982 y 1987), la Bienal de Venecia de 1980 y la París de 1985. Sus obras se han presentado en museos de todo el mundo, destacando las exposiciones en la Städtische Kunsthalle de Düseldorf (1984), el Stedelijk Museum de Amsterdam (1986), la itinerancia americana que le llevó al Art Institute de Chicago, el Museum of Art de Filadelfia, el Museum of Contemporary Art de Los Ángeles y el MoMA de Nueva York (1987), la Neue Nationalgalerie de Berlín (1991), el Museo Capodimonte de Nápoles (1997), el Museo de Arte Moderno de Sâo Paulo (1998), el Palacio de Velázquez del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (1998), el Hospital de la Salpêtriere de París (2000), la Fundación Beyeler de Basilea (2001), el Museum of Modern Art de San Francisco (2005), el Museo Guggenheim de Bilbao (2007) o el Grand Palais de París (2007).
El arte más reconocido y a la vez reconocido de la Alemania contemporánea llega a A Coruña de la mano de Anselm Kiefer, que presentará una selección de su obra, especialmente conocida por sus pinturas matéricas y por tratar capítulos oscuros de la historia alemana, como el nazismo. Kiefer, que ha expuesto en espacios como la Documenta de Kassel o la Bienal de Venecia cuenta con una amplia y rica trayectoria en la que ha seguido la estela de uno de sus maestros, Joseph Beuys, y en la que también ha trabajado la instalación y el happening.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España