Descripción de la Exposición
La Galería Cristóbal Bejarano inaugura el día 11 de mayo de 2018 l a exposición de pinturas de Alfonso Buendía (Ibros, 1983), artista que reside en Villamartín (Cádiz). Su formación artística se inició en la Escuela de Arte de Baeza, es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en la especialidad de Pintura, posteriormente completó su formación cursando, en la misma Facultad, la especialidad de Conservación-Restauración y especializándose, en 2012, como ilustrador en el CEA de Sevilla.
Como discípulo de José Antonio García Ruiz, Alfonso complementó los conocimientos adquiridos durante su formación académica. Siendo su ayudante, ejecutaron las pinturas murales del Santuario del Rocío en Almonte, una obra que llevó más de un año de creación.
Compagina su creación pictórica con un trabajo de diseñador de exposiciones y museos que le ha llevado a realizar proyectos en España, Alemania, Inglaterra, China, Singapur y Hong Kong. Su obra ha sido reconocida con distinciones como el Premio Regional de pintura Villa de Ubrique, el Premio del Instituto Británico en el Salón de Otoño de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla y el Primer Premio de pintura rápida Las 4 Esquinas de Ubrique, etc.
Alfonso Buendía en su primera exposición individual en la Galería Cristóbal Bejarano presenta, con el título de “Animalario”, un conjunto de pinturas resueltas con acrílico, óleo, pan de oro y de plata y técnicas mixtas sobre diferentes soportes como lienzo, madera o papel en las que podemos observar, pese a su juventud, el extraordinario dominio técnico de este artista. En estas pinturas podemos ver diferentes tipos de animales como protagonistas absolutos de las mismas, unos animales que se encuentran representados fuera de su espacio natural, creando un contraste muy interesante entre el realismo de los animales y las composiciones abstractas de los espacios en los que se encuentran inmersos. Se establece, de esta forma, un diálogo entre la figuración realista de los animales y abstracción geométrica de los espacios, entre los colores de los animales y los de los fondos, conformándose una obras donde las texturas tienen una gran importancia en las mismas.
Alfonso Buendía con estos animales resueltos de forma realista, unas veces con pinceladas cortas y precisas y otras con pinceladas más sueltas y expresivas, nos muestra las extraordinarias dotes que tiene como pintor y dibujante.
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ANIMALARIO
Animalario es una ventana. Cada lienzo es cristal que invita a la naturaleza a asomarse, a descubrirse ante un mundo extraño para ella. Es una colección que busca perderse cruzando la frontera de lo salvaje, para encontrarse y regresar de la mano de lo poco corriente. Animalario es la vida que existe tras los colores. Las pinturas aquí son un refugio sin horarios de cierre para la naturaleza. Un ensalzamiento de lo todo lo común que existe en lo inusual.
Siempre desde lo simple, esta colección se deja llevar plasmando momentos que retratan a animales normalmente ausentes en el arte. Las obras componen una serie de creaciones de las que sólo aflora la fauna más indómita, la que se mece desde la sabana hasta la jungla y la que atraviesa los océanos.
El alma de estas pinturas da forma a la fuerza del gorila y también a su mirada casi humana, colorea los ribetes amarillos del duro a la vez que frágil caparazón de la tortuga y salpica con manchas caprichosas el contraste de la piel lisa y arrugada de la salamandra. Todo lo externo se pierde en la inmensidad del cielo que se ofrece a la abubilla para dejarse volar y el infinito mar que se expande con cada aleteo del pez.
Animalario congela el paso de los años en las arrugas del viejo elefante y afila sus dientes, se extiende hacia lo más exótico como el cuello de la jirafa y comprende a mantis religiosas y escarabajos, insectos tan presentes como invisibles. El conjunto se forma de pinturas que invitan a sumergirse hasta el fondo marino por el que camina el bogavante.
La colección no ofrece cobijos. Animalario es simple fauna retratada sin ver más allá de un entorno irreal basado en figuras geométricas o sencillos planos de color. Una manera de ver sólo la vida para acercarnos más a ella, obviando lo que la rodea y dándole la oportunidad al fondo de la pintura de ser otro simple espectador del momento plasmado.
La diversidad de especies se complementa con la de la técnica, en la que se incluyen elementos mixtos como el pan de oro. El realismo que deja ver cada pluma y escama contrasta con la gestualidad y el color irreal que rocía de expresión rostros y cuerpos con mucho que decir, creando una diversidad de estilos que asemeja la pintura a la variedad presente en una naturaleza con hijos en mar, tierra y cielo.
Animalario no deja de ser esa ventana siempre abierta. Un mirador con doble sentido que conecta a la naturaleza humana y a la animal. Una abertura de colores por la que merece la pena asomarse.
Miguel Moreno